En un encuentro cargado de emoción y giros inesperados, Real Tomayapo logró una ajustada victoria por 3-2 frente a Guabirá, en un partido disputado la noche del viernes en el Estadio IV Centenario de Tarija. El triunfo se selló en el último suspiro con un penal que generó controversia, ejecutado por Leandro Corulo.
El conjunto local había establecido una cómoda ventaja de dos goles, pareciendo tener el control del compromiso. La primera anotación llegó a los 16 minutos, cuando Danny Pérez conectó un preciso cabezazo para abrir el marcador. Posteriormente, a los 58 minutos, Mario Barbery amplió la diferencia a 2-0, al rematar un centro con habilidad, desmarcándose para empujar el esférico al fondo de la red.
Sin embargo, Guabirá demostró una notable capacidad de reacción en la segunda mitad, logrando igualar el marcador en un lapso de tiempo sorprendentemente corto. A los 61 minutos, Miguel Villarroel descontó con una astuta definición por encima del arquero Germán Arauz, quien se encontraba adelantado. Apenas dos minutos después, en el 63, David Robles capitalizó un pase de espaldas para rematar de derecha y establecer el 2-2, cambiando drásticamente el rumbo del enfrentamiento.
El desenlace del partido llegó en el tiempo de adición, en una acción que desató la polémica. Milciades Portillo, de Guabirá, cometió un error al intentar despejar un balón dentro del área, lo que fue interpretado por el árbitro Cristian Condori como una falta sancionable con penal. Leandro Corulo asumió la responsabilidad desde los doce pasos a los 93 minutos, engañando al guardameta con un remate certero y desatando la euforia en el bando local.
Esta victoria permite a Real Tomayapo alejarse de las posiciones más comprometidas en la tabla del campeonato, al tiempo que frena el avance de Guabirá. El partido, que se jugó bajo una jornada lluviosa en la ciudad andaluz, contó con la presencia de aproximadamente 300 espectadores
