El seleccionador nacional, Óscar Villegas, ofreció declaraciones a los medios tras el encuentro disputado en Moscú, donde su equipo cayó por 3-0 ante la selección de Rusia.
Villegas destacó la considerable fortaleza del rival, tanto en su capacidad técnica como física. Explicó que esta superioridad dificultó la salida del balón para su escuadra y propició numerosos errores en la fase de construcción. La intensa presión ejercida por los anfitriones, según el estratega, fue un factor determinante que complicó el desarrollo del juego boliviano. A pesar del resultado, subrayó la importancia de estos partidos internacionales como una valiosa oportunidad para extraer conclusiones y continuar el proceso de mejora. La planificación inmediata, indicó, se centrará en el análisis de los próximos adversarios, Corea del Sur y Japón, quienes recientemente obtuvieron victorias frente a Paraguay y Brasil, respectivamente.
Al ser consultado sobre el nivel competitivo de Rusia en el contexto sudamericano, Villegas fue categórico. Reconoció que la CONMEBOL representa la confederación más exigente, dada la gran cantidad de futbolistas que militan en ligas europeas. Sin embargo, consideró que la selección rusa posee un buen nivel que le permitiría competir en Sudamérica e incluso aspirar a una clasificación para un Mundial. No obstante, hizo una clara distinción, señalando a Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador y Uruguay como las potencias consolidadas de la región.
Respecto al primer gol encajado, originado tras un saque lateral, el técnico adoptó una postura autocrítica. Admitió que su equipo mostró una falta de concentración en esa jugada específica. Detalló que, desde su perspectiva, el balón había salido del campo en una posición y el saque se ejecutó aproximadamente ocho metros más adelante, lo que generó su reclamo inicial. Aunque reconoció la posibilidad de un error por parte del juez de línea en la señalización, Villegas enfatizó que la responsabilidad principal recayó en la distracción de sus propios jugadores en ese momento crucial del partido
