Bajo la dirección técnica de Óscar Villegas, la selección boliviana concluyó su participación en las eliminatorias para la Copa Mundial de 2026 con un registro invicto en el estadio Municipal de Villa Ingenio. La victoria por 1-0 sobre Brasil en este mismo escenario, sumada a un resultado favorable de Colombia, permitió al combinado nacional asegurar su plaza en la zona de repesca, posicionándose en el séptimo lugar de la tabla de la Conmebol.

El estratega atribuyó este logro a la identificación y potenciación de las virtudes individuales de cada futbolista, lo que se tradujo en un rendimiento óptimo del colectivo. Este balance positivo se forjó a lo largo de doce encuentros eliminatorios, seis disputados en condición de local y seis como visitante, desde que Villegas asumió el mando con el equipo sumando apenas tres puntos.

Durante su gestión, el entrenador enfrentó cuestionamientos significativos respecto a sus planteamientos tácticos y la selección de jugadores. Sin embargo, optó por desestimar dichas objeciones, manteniendo distancia de las plataformas digitales y permitiendo que los resultados en el campo de juego validaran su trabajo.

En una reciente comparecencia pública, el técnico resaltó la capacidad de aprendizaje y la calidad humana de sus dirigidos, enfatizando la necesidad de continuar el proceso de desarrollo. Afirmó que el equipo ha cumplido con las expectativas nacionales y aspira a progresar aún más en el futuro.

A pesar de los momentos de incertidumbre experimentados por el cuerpo técnico a lo largo de la campaña, la convicción en su planteamiento estratégico prevaleció. El propio Villegas expresó su fe en la capacidad del equipo para alcanzar esta instancia. La preparación para la repesca, programada para marzo de 2026 en México contra adversarios aún por determinar, incluirá encuentros amistosos en octubre frente a las selecciones de Rusia y Jordania