La comunidad del barrio San Luis manifiesta su profunda inquietud ante la persistente falta de mantenimiento de las lagunas de oxidación y la ausencia de avances en la construcción de la esperada planta de tratamiento de aguas residuales en Tarija. Los residentes han expresado que su paciencia se ha agotado, y la inacción prolongada respecto a la limpieza de estas infraestructuras los obligará a tomar medidas.

La Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado (Cosaalt) ha comunicado a los residentes que la postergación de las labores de limpieza se debe a obstáculos administrativos con la gobernación, que ha solicitado la obtención previa de una licencia ambiental. Ante esta situación, la cooperativa ha indicado que explora alternativas para mitigar el deterioro de las lagunas. Estas instalaciones han colapsado no solo por el significativo volumen de aguas residuales de la ciudad, sino también por la ausencia de cualquier intervención de limpieza en el transcurso de la última década.

La preocupación vecinal se intensifica debido a que la contaminación ambiental en la zona no solo persiste inalterada, sino que evidencia un incremento preocupante, afectando gravemente el ecosistema local, en particular el río Guadalquivir. A esto se suma la alarmante práctica de verter lodos de pozos sépticos de diversas áreas urbanas directamente en las lagunas, lo que agrava aún más la carga existente. La situación se complica con la inauguración de nuevos sistemas de alcantarillado en barrios recientes, cuya conexión y destino final de las aguas residuales permanecen sin claridad para los afectados.

Los residentes expresan desconocimiento sobre la configuración y los puntos de conexión de estos nuevos sistemas, enfatizando que la única certeza es la continuidad de su afectación. En consecuencia, advierten sobre la inminencia de acciones de protesta más contundentes si no se atienden sus demandas