El Club Oriente Petrolero atraviesa un momento de considerable turbulencia, con desafíos que se manifiestan tanto en el ámbito deportivo como en su estructura administrativa. La escuadra cruceña, que recientemente sufrió una derrota por dos goles a cero frente a The Strongest en el estadio Hernando Siles, se prepara para una pronta revancha este jueves a las 15:00 horas en su propio reducto, con la imperiosa necesidad de exhibir una performance renovada.

En el plano institucional, la entidad persiste en un estado de inestabilidad. La reciente dimisión del secretario general, Gustavo Gutiérrez, quien era percibido como una figura clave en la cúpula dirigencial, ha exacerbado la crisis interna. Actualmente, la dirección del club recae en la presidenta interina, Mary Cruz Aguilar, y su junta directiva, quienes hasta el momento no han comunicado medidas de cambio ni han ofrecido explicaciones públicas a su afición.

Desde la perspectiva futbolística, el panorama no es menos complejo. Bajo la tutela de Álvaro Peña, el equipo ha disputado siete encuentros, registrando un balance de dos victorias, dos empates y tres derrotas. Durante este período, ha logrado anotar nueve goles, mientras que ha encajado doce. En la tabla de posiciones del torneo todos contra todos, el conjunto se ubica en la décima posición con 27 puntos, a cuatro unidades de los puestos que otorgan acceso a competiciones internacionales.

En el formato del torneo seriado, el elenco albiverde ocupa el segundo lugar del grupo D con 11 puntos, aunque se encuentra a cinco del líder, Guabirá. El próximo enfrentamiento contra The Strongest, que se sitúa en la tercera casilla del grupo B con 8 unidades, representa una oportunidad crucial para Oriente de acortar distancias y fortalecer sus aspiraciones de avanzar a la siguiente fase.

Recientemente, el cuerpo técnico se vio en la necesidad de desmentir especulaciones. Tanto Peña como la directiva negaron cualquier altercado entre los futbolistas Henry Vaca y Ricardo Centurión, luego de que circularan versiones sobre una supuesta confrontación. El director técnico ha enfatizado que el plantel se mantiene concentrado exclusivamente en el próximo compromiso.

El inminente choque contra el Tigre se presenta cargado de un espíritu de desquite. Apenas tres días después de su caída en La Paz, Oriente tendrá la ocasión de reivindicarse en Santa Cruz y buscar la recuperación de la confianza de sus seguidores. El desafío es mayúsculo: contener al equipo paceño y demostrar que, a pesar de las adversidades internas y externas, aún posee la capacidad de luchar con determinación

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