La operatividad de la Brigada Parlamentaria en Tarija se encuentra en una encrucijada, con la posibilidad inminente de perder sus instalaciones debido a la falta de fondos para cubrir el alquiler. Esta situación, según las declaraciones de la diputada Luciana Campero, de Comunidad Ciudadana, recae directamente sobre la actual directiva de la institución.

Campero señaló que la ausencia de una nueva directiva electa para el presente periodo es una consecuencia directa de la inacción de la gestión anterior. Tanto el presidente como la vicepresidenta de la directiva saliente comparten la responsabilidad de este estancamiento, que ha derivado en la precariedad del funcionamiento de la Brigada.

Por su parte, el senador Luis Caso, representante del Movimiento al Socialismo (MAS), atribuyó el bloqueo a divergencias internas dentro de su propia bancada, específicamente con legisladores afines a un sector determinado. Estas diferencias habrían generado un punto muerto, paralizando las actividades de la Brigada. Caso también apuntó a una división palpable dentro de la bancada de Comunidad Ciudadana, sugiriendo que la fragmentación no es exclusiva del MAS.

Ante este panorama, se insta al actual presidente de la Brigada, el diputado Eloy Maraz, a convocar a una sesión extraordinaria. El objetivo principal sería la elección de una nueva directiva o la búsqueda de mecanismos alternativos para superar el escollo actual. La urgencia de la situación radica en la amenaza real de desalojo, lo que pondría en jaque las funciones de la Brigada en Tarija. Se hace un llamado a la cohesión de todos los legisladores para encontrar una solución que garantice la continuidad de las operaciones