El presidente del organismo rector del fútbol mundial, FIFA, ha afirmado que el actual torneo del Mundial de Clubes que se celebra en Estados Unidos se desarrolla sin contratiempos significativos. Esta evaluación se produce en un contexto marcado por las restricciones de viaje y las dificultades en la obtención de visados implementadas por el gobierno estadounidense para ciudadanos de numerosos países.
Al abordar la cuestión de si estas medidas gubernamentales representan un desafío para la organización del fútbol a nivel global, el presidente transmitió que no hay motivo de preocupación en relación con el desarrollo de los partidos del Mundial de Clubes, destacando la fluidez con la que transcurren.
Las restricciones mencionadas derivan de una orden ejecutiva emitida a principios de año. Dicha directiva impuso la negación de entrada y la concesión de visados a ciudadanos de una veintena de naciones, argumentando que estos países no cumplen suficientemente con los estándares de seguridad en la verificación de identidades ni cooperan en la repatriación de sus nacionales. Entre los países afectados se encuentran Afganistán, Birmania, Chad, Eritrea, Guinea Ecuatorial, Haití, Irán, Libia, República del Congo, Somalia, Sudán y Yemen. Adicionalmente, se establecieron limitaciones parciales para la entrada de ciudadanos de Cuba, Venezuela, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán.
Durante un acto reciente en la Casa Blanca, al que asistieron el presidente estadounidense y miembros de equipos participantes como la Juventus de Turín, el presidente de la FIFA también se refirió a la colaboración existente. Subrayó la excelente relación con la administración estadounidense, en particular con el grupo de trabajo conjunto encargado de la planificación de la Copa del Mundo de selecciones de 2026, que Estados Unidos coorganizará con México y Canadá. Se espera que las experiencias y lecciones obtenidas durante el actual Mundial de Clubes se apliquen en la preparación del evento de 2026.
En el mismo evento, el presidente de Estados Unidos intervino para señalar que las entradas para el torneo de clubes estaban prácticamente agotadas. Sin embargo, los reportes desde los estadios sede del torneo sugieren una acogida pública más limitada, con muchos encuentros disputándose ante gradas que no alcanzan la mitad de su capacidad.
Un factor que se considera podría estar contribuyendo a la baja asistencia es el aumento de la actividad de control migratorio. Las operaciones intensificadas contra inmigrantes indocumentados, junto con advertencias sobre posibles verificaciones de documentación en las cercanías de los recintos deportivos, se perciben como un posible disuasivo para los asistentes. Desde su regreso al poder en enero, el presidente estadounidense ha manifestado su intención de llevar a cabo la deportación de millones de inmigrantes que residen en el país sin estatus legal
