El Real Madrid ha optado por una estrategia inusual en su preparación para el próximo encuentro de la Liga de Campeones, decidiendo no entrenar en el estadio del Liverpool el día previo al partido. Esta determinación, atribuida a la meticulosidad del entrenador Xabi Alonso, busca limitar la exposición del equipo ante la intensa atención mediática y la constante presencia de cámaras.
En lugar de realizar la sesión de entrenamiento previa en el escenario del partido, el conjunto blanco completó su preparación en Valdebebas el lunes, antes de viajar a la ciudad inglesa para su descanso en el hotel. De esta manera, para la habitual comparecencia ante los medios, únicamente se desplazaron el técnico y un jugador, cuya elección podría interpretarse como un gesto hacia el país anfitrión o el club rival, con nombres como Trent Alexander Arnold o Jude Bellingham como posibles candidatos.
Esta metodología de preparación, que se aparta de la costumbre establecida por entrenadores recientes como Zinedine Zidane y Carlo Ancelotti, evoca las prácticas implementadas durante la etapa de José Mourinho. La trayectoria de Xabi Alonso, si bien a menudo se ha vinculado a la influencia del técnico portugués, también se ha enriquecido con las filosofías de figuras como Pep Guardiola, Vicente del Bosque y el propio Carlo Ancelotti.
Desde su llegada, el entrenador ha imprimido un sello distintivo a la dinámica del equipo, priorizando un control más riguroso sobre la información y las actividades externas. Sin embargo, este enfoque de mayor hermetismo podría contrastar con la efectividad demostrada por una gestión más flexible y conciliadora, característica de los vestuarios del Real Madrid que han cosechado éxitos en la Champions League bajo la dirección de Zidane y Ancelotti. Así, Xabi Alonso ha marcado el rumbo para su retorno a un escenario que también fue su hogar futbolístico

