La endometriosis es una enfermedad crónica que afecta a más de 190 millones de mujeres a nivel mundial. En la actualidad, 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva sufre de endometriosis.
Cada 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Endometriosis. Un día que tiene como objetivo visibilizar y dar a conocer esta enfermedad que, según la OMS, afecta alrededor de 190 millones de mujeres en todo el mundo, siendo esta la primera causa de dolor pélvico crónico.
La endometriosis es una enfermedad crónica que se caracteriza por un sangrado abundante y un dolor persistente, incapacitante y muy intenso que suele empeorar durante la menstruación.
En la actualidad tiene una prevalencia del 10% en mujeres en edad reproductiva, pudiendo llegar hasta el 50% en mujeres con infertilidad. En España las cifras son parecidas, con más de dos millones de casos, lo que supone de un 10% a un 15% de la población femenina en edad reproductiva.
El reto de vivir con un dolor incapacitante y persistente
En la endometriosis el tejido endometrial, que es el tejido que forma el revestimiento del útero, se desarrolla en zonas ajenas a la pelvis, incluso fuera de ella. Esto provoca una reacción inflamatoria que genera un dolor intenso y persistente.
Según el Dr. Francisco Carmona, jefe del servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona y director médico y científico de Women’s CD, estos sangrados que se producen fuera de su localización normal van a ser muy dolorosos y muchas veces, incluso incapacitantes para la paciente.
“El dolor se alarga en el tiempo, la mujer tiene dolor más intenso, durante más días del mes, con las relaciones sexuales, al ir al baño… Además se ven afectados órganos vecinos por lo cual la paciente va entrando en un un círculo vicioso de más dolor. Todo eso origina incomprensión, pérdidas de trabajo e incluso de relaciones sociales” afirma el doctor.
Diagnósticos tardíos, uno de los principales problemas de la endometriosis
En general, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), el diagnóstico de la endometriosis tarda unos siete años de media, resultando en un empeoramiento de la patología.
“La realidad es que se tarda mucho en diagnosticar, la sociedad en general no piensa en qué ese dolor menstrual es el reflejo de una enfermedad sino que simplemente es algo normal, se normaliza que las mujeres padezcan dolor” añade el doctor.
En algunos casos la paciente recibe diagnósticos erróneos, como fibromialgia o otras patologías. Este retraso en el diagnóstico y tratamiento adecuado solo contribuye a la progresión de la patología, comprometiendo la fertilidad y aumentando el riesgo de sensibilización central y dolor pélvico crónico.
“Si la enfermedad no se trata de manera adecuada al principio, esta acaba alterando de manera importante, la calidad de vida de las pacientes, pudiendo ser causa de infertilidad en el futuro” apunta el Dr. Carmona.
Más de 20 años sin avances en el tratamiento
La realidad es que, desde hace 25 años, se siguen las mismas estrategias y métodos para tratar la endometriosis. Generalmente terapias hormonales, antiinflamatorios, analgésicos opioides y, en algunos casos más severos, cirugía.
Estos tratamientos pero, muestran grandes riesgos para la paciente. En el caso de los tratamientos con fármacos se han observado que estos inducen una “pseudomenopausia” en las mujeres, provocando síntomas como sofocos, desajustes hormonales e incluso principio de osteoporosis.
Por otro lado, entre el 10% y el 15% de pacientes que se realizan una cirugía conservadora vuelve a sufrir la enfermedad un año después. Esta cifra se eleva hasta el 50% tras cinco años, según un estudio publicado el pasado noviembre en la publicación científica Frontiers.
“Si la enfermedad no se trata de manera adecuada al principio, esta acaba alterando de manera importante, la calidad de vida de las pacientes”.
Finalmente, dejemos de normalizar el dolor menstrual
El Dr. Robledo Blanco, reputado especialista en Ginecología y Obstetricia y actual jefe del Servicio de Ginecología del Hospital HLA Puerta del Sur, se muestra contundente en este aspecto “La regla no debería doler”.
Para el Dr. Robledo, cuando empiecen los primeros síntomas como dolor abdominal o dolores intensos durante la regla, debemos consultar directamente con un especialista. “Tenemos que dejar de normalizar este tipo de síntomas, solo así podremos hacer frente a este retraso que existe en el diagnóstico de la patología” añade.
Por ello, uno de los principales retos y prioridades en cuanto al tratamiento de la endometriosis debería ser la concienciación y educación de la sociedad. Evitando la normalización y estigmatización de los síntomas que sufren en silencio millones de mujeres a diario, solo así se podrá generar un cambio real y efectivo en el pronóstico de la enfermedad.