El debut de la selección boliviana en el Mundial sub-17 de Catar concluyó con una derrota por tres goles a uno frente a Sudáfrica, en un partido que vio al conjunto sudamericano con superioridad numérica durante más de una hora.
El encuentro comenzó con un ritmo parejo, donde ambos equipos mostraron intenciones de generar oportunidades de gol. Sin embargo, el desarrollo del juego tomó un giro significativo en el minuto treinta y seis, cuando Sive Pama, de la escuadra sudafricana, recibió una tarjeta roja por una entrada contundente, dejando a su equipo con diez jugadores en el campo. A pesar de la desventaja numérica, Sudáfrica sorprendió a la defensa boliviana apenas dos minutos después, aprovechando un veloz contragolpe que Emile Witbooi culminó para anotar el primer tanto del partido.
Al regresar del descanso con el marcador en contra, Bolivia mostró una clara intención de buscar el empate de forma temprana en la segunda mitad. No obstante, una desatención defensiva por la banda derecha permitió otro contragolpe fulminante de Sudáfrica, que Neo Bohloko transformó en el dos a cero en el minuto cincuenta.
A pesar de la creciente desventaja, el equipo boliviano mantuvo su ímpetu y continuó presionando el área custodiada por el portero Solethu Radebe, quien entregó una actuación destacada. Esta persistencia dio sus frutos en el minuto setenta, cuando Santos García fue derribado dentro del área, resultando en un penalti que Jesús Maraude ejecutó con éxito, acortando la distancia a dos goles a uno.
Impulsado por este gol, el conjunto dirigido por el argentino Gabriel Ramírez intensificó su ofensiva en busca del empate. Sin embargo, en el tiempo añadido, Sudáfrica volvió a demostrar su eficacia en el contragolpe. Shaun Els selló el definitivo tres a uno en el minuto noventa y cinco, coronando una notable demostración de resistencia por parte de los africanos, lo que los posiciona provisionalmente como líderes del grupo.
Entre los jugadores bolivianos que destacaron en este primer compromiso se encuentran el guardameta uruguayo-boliviano Govea, los defensores centrales Mena y Espinoza, así como el centrocampista Maraude. En la segunda mitad, la entrada de Nabil Nacif aportó una dinámica diferente al ataque, mostrando mayor agresividad y verticalidad, lo que podría considerarlo para una titularidad en el próximo encuentro mundialista contra la selección italiana

