La conexión vial entre Tarija y la región del Chaco, un proyecto largamente esperado, enfrenta demoras significativas en la concreción de varios tramos carreteros. A pesar de que algunos segmentos han sido completados y uno más se encuentra actualmente en desarrollo, persisten importantes trechos pendientes que aún no tienen fecha de inicio programada. Esta situación genera inquietud entre las comunidades locales, que ven cómo se dilata la promesa de una ruta totalmente asfaltada que impulse el desarrollo y la conectividad de la región.

Dentro de los proyectos aún sin ejecutar, se identifican cinco tramos clave para completar la red vial fundamental en la zona. Estos incluyen la conexión El Angosto – Puente Ustares, el trayecto Isiri – La Central, la segunda fase de la doble vía Yacuiba – Villa Montes, la carretera Yacuiba – Cumbre del Aguarague – Carapari, y el largamente postergado túnel del Aguarague, una obra cuya necesidad se remonta a más de dos décadas. La responsabilidad de la ejecución de estos proyectos recae en la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), entidad gubernamental encargada de la red vial fundamental del país.

En el municipio de Villa Montes, el primer tramo pendiente, El Angosto – Puente Ustares, abarca una extensión de 18 kilómetros. Actualmente, este proyecto se encuentra en la fase inicial, careciendo aún del estudio de pre inversión necesario para determinar los costos y la viabilidad de su ejecución. La realización de este estudio es una tarea que compete a la ABC, siendo un paso fundamental para avanzar en la planificación y posterior construcción de la carretera.

El segundo tramo en Villa Montes, Isiri – La Central, se extiende por 29.9 kilómetros. De esta longitud, se estima que los primeros 18 kilómetros están siendo abordados por la administración regional de Villa Montes. Sin embargo, existe incertidumbre sobre el futuro de los 12 kilómetros restantes. No se ha definido aún si la segunda fase se financiará a través de un fideicomiso, si el tramo será devuelto a la administración central, o si continuará bajo la responsabilidad de la ejecutiva regional. Esta falta de claridad genera interrogantes sobre la continuidad y finalización de este importante segmento vial.

En el municipio de Caraparí, dos proyectos carreteros aguardan su concreción. El primero de ellos es la ruta Yacuiba – Cumbre del Aguarague – Carapari. Inicialmente, este tramo estaba siendo gestionado por las administraciones regionales de Yacuiba y Caraparí. No obstante, se ha confirmado que la ABC asumirá la ejecución de este proyecto, lo que representa un avance significativo. Se espera que en un plazo de dos meses, la ABC tome control efectivo del proyecto, desplegando maquinaria y recursos para su desarrollo, reemplazando así la gestión previa de las autoridades regionales.

El segundo proyecto en Caraparí es el túnel del Aguarague, una demanda histórica que se arrastra por más de 20 años. Actualmente, una empresa consultora está llevando a cabo estudios para actualizar el diseño técnico de pre inversión del proyecto. Este proceso de actualización es crucial para adaptar el proyecto a las condiciones actuales y asegurar su viabilidad técnica y ambiental. Se han identificado observaciones relacionadas con la presencia de acuíferos en la zona, que es considerada una reserva hídrica. Por ello, se ha solicitado a la empresa consultora que complemente el diseño con medidas y obras adicionales para la protección de los recursos hídricos. La aprobación del estudio de impacto ambiental requiere una consulta pública, precedida por una socialización del proyecto con las comunidades locales, garantizando así la participación ciudadana en el proceso.

En el municipio de Yacuiba, el proyecto pendiente es la segunda fase de la doble vía Yacuiba – Villa Montes, que comprende 86 kilómetros. Esta fase se divide en dos segmentos: Campo Grande – Campo Pajoso, que implica la construcción de una doble vía, y Campo Pajoso – Villa Montes, que consistiría en la rehabilitación de la vía existente. Se ha informado que se ha conseguido financiamiento para la ejecución del tramo Campo Grande – Campo Pajoso a través de un organismo financiero. Sin embargo, aún no se cuenta con el estudio técnico correspondiente, lo que podría generar demoras en el inicio de las obras.

La primera fase de la doble vía Yacuiba – Villa Montes, que abarca 4 kilómetros desde Yacuiba hasta Campo Grande, fue ejecutada con fondos propios de la administración regional, a pesar de ser un proyecto de competencia nacional. Los 84 kilómetros restantes de la segunda fase están ahora bajo la responsabilidad de la ABC. Existe preocupación por la lentitud en los procesos de la ABC, especialmente en lo que respecta a la licitación y el inicio de obras, a pesar de contar con financiamiento asegurado.

Adicionalmente, se ha planteado la necesidad de construir una vía alternativa para el transporte pesado en Yacuiba. Actualmente, estos vehículos utilizan las calles y avenidas de la ciudad, causando deterioro vial y riesgos para la seguridad de los peatones. Se propone la creación de una circunvalación que conecte la ruta N9 con la frontera, desviando el tráfico pesado fuera del radio urbano. Para ello, se requiere un estudio técnico que determine la viabilidad y el diseño de esta nueva infraestructura vial.

Entre los tramos ya concluidos en la región, se encuentran la rehabilitación y construcción de la carretera La Vertiente – Palo Marcado, de 24 kilómetros, y la primera fase de la doble vía Yacuiba – Villa Montes, de 4 kilómetros, entre Yacuiba y Campo Grande. A pesar de estos avances, la culminación de los 86 kilómetros restantes de la doble vía y la ejecución de los otros tramos pendientes son fundamentales para lograr la ansiada conexión vial completa entre Tarija y el Chaco, un objetivo que aún requiere superar importantes desafíos y demoras

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