Incidentes se registraron durante el intento de ingreso de un grupo de vecinos a las instalaciones de la alcaldía. La policía, que se apostó en la puerta principal para impedir el acceso, fue señalada por dos ciudadanas, Petrona Tolaba y Carmen Durán, quienes reportaron haber sido afectadas por la utilización de gas, mostrándose visiblemente afectadas por la situación.
La movilización, que congregó a residentes de diversas zonas bajo la representación de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) Cercado del sector Ramiro Ríos, tuvo como propósito principal reclamar el cumplimiento de compromisos previamente establecidos con el gobierno municipal. Según los manifestantes, algunos de estos acuerdos se habrían concretado solo parcialmente, mientras que otros permanecerían totalmente incumplidos. Un representante vecinal expresó la percepción de abandono en ciertas áreas, mencionando casos donde proyectos iniciales, como pavimentación, fueron modificados por solicitudes de iluminación, pero la ejecución de estas últimas no se materializó, dejando a esas zonas sin ninguna mejora. Asimismo, manifestaron críticas hacia la actuación de los concejales.
Tras los acontecimientos y las quejas sobre el uso de gas, se alcanzó un acuerdo entre las autoridades municipales y los representantes vecinales, formalizado en un acta de entendimiento. Este documento establece la conformación de mesas técnicas de trabajo, destinadas a abordar y buscar soluciones específicas para cada una de las demandas planteadas.
Desde el ámbito municipal, el alcalde Jhonny Torres Terzo ofreció detalles sobre los temas discutidos. Respecto a las planimetrías, indicó que de las diez solicitadas por los vecinos, tres ya cuentan con aprobación, mientras que las siete restantes presentan observaciones técnicas o legales que impiden su avance, instando a cumplir con los requisitos normativos. En cuanto a la Empresa Municipal de Aseo Tarija (EMAT), explicó la estrategia de ubicar 36 contenedores de gran capacidad (mil kilos) en el centro, facilitando así que los camiones recolectores puedan operar más eficientemente en los barrios. Sobre la demanda de un contenedor por barrio, señaló que la adquisición se ha visto frustrada por la caída de cuatro procesos de licitación.
Sobre el alumbrado público, mencionó que el municipio había avanzado en gestiones, logrando un acuerdo con la empresa Philips para una compra con financiamiento del proveedor. Sin embargo, este proceso no prosperó en el Concejo Municipal, lo que implicaría que una futura adquisición de las mismas luminarias tendría un costo significativamente mayor. El alcalde también hizo referencia a la promulgación de la Ley de Unidades Territoriales Barriales. Subrayó que las dificultades en los procesos licitatorios, como los mencionados, escapan en parte a la gestión municipal directa, atribuyéndolas a una crisis económica de carácter nacional que, según su percepción, se agrava continuamente.
Reiterando este punto, la autoridad municipal confirmó que, efectivamente, los plazos para la compra de contenedores y equipamiento para EMAT no pudieron cumplirse debido a las cuatro licitaciones fallidas. De manera similar, la contratación para las luminarias tampoco llegó a concretarse. A pesar de haber sostenido mesas de diálogo durante dos meses, un hecho reconocido por los propios vecinos, los dirigentes vecinales manifestaron sentir la presión de sus bases, lo que los llevó a considerar la movilización como una necesidad ante la falta de respuestas concretas