En un acto de profunda significación histórica, el Tribunal Supremo Electoral formalizó la investidura del presidente electo Rodrigo Paz y del vicepresidente electo Edman Lara. La ceremonia, celebrada en la emblemática Casa de la Libertad de Sucre, marcó la culminación de un ciclo electoral sin precedentes en la nación, que por primera vez incluyó una segunda vuelta, estableciendo así un referente democrático justo en el año del Bicentenario de Bolivia.
Durante sus intervenciones, Paz y Lara articularon un llamado unánime a la cohesión nacional, la reconciliación y el compromiso de erigir los cimientos de una nación renovada, anclada en la probidad y la colaboración.
El presidente del órgano electoral, Óscar Hassenteufel, subrayó la trascendencia histórica de la Casa de la Libertad, remarcando la pertinencia de celebrar el acto en un enclave que encarnara los ideales de libertad y la identidad nacional. Rememoró la proclamación independentista de 1825 y el espíritu soberano de los artífices de la República, para luego delinear las prioridades ineludibles que deben abordar las autoridades recién electas.
Hassenteufel enfatizó la coyuntura como un momento decisivo, instando a un esfuerzo colectivo no solo para superar la crisis actual, sino para forjar un país intrínsecamente más equitativo, solidario e igualitario. En este sentido, destacó la urgencia de ocuparse de tres temas fundamentales: la organización de las elecciones subnacionales, la realización de la elección judicial complementaria y la renovación de los vocales electorales.
El titular del TSE subrayó la imperiosa necesidad de aprobar una legislación específica para regir las elecciones subnacionales, dado que diversas jurisdicciones departamentales carecen de estatutos autonómicos y varios municipios aún no han adoptado sus cartas orgánicas. La promulgación de esta norma se considera crucial en la semana inaugural del nuevo mandato presidencial.
Asimismo, Hassenteufel hizo referencia a la indispensable integración del Tribunal Constitucional Plurinacional (con cinco magistrados) y del Tribunal Supremo de Justicia (con dos magistrados), una asignatura pendiente desde el año 2024. Lamentó que la Asamblea Legislativa no ha registrado progreso alguno en el procedimiento previo de selección y aprobación de las listas de candidatos, fase sin la cual el Órgano Electoral se encuentra imposibilitado de actuar. Recalcó que la correcta administración de justicia constituye un pilar fundamental para el fortalecimiento del Estado de Derecho y la vigencia de los principios democráticos.
Finalmente, el presidente del TSE resaltó que resulta apremiante la renovación de seis vocales nacionales, así como de los vocales departamentales, cuyos mandatos expiran el 19 de diciembre. Enfatizó la importancia de cumplir con esta tarea, no solo porque la elección subnacional debe realizarse en marzo de 2026, sino también para evitar que se genere un inaceptable vacío institucional.
El presidente electo Rodrigo Paz, a quien se le atribuye el título de Presidente del Bicentenario, reafirmó su compromiso con la unidad, la concertación y la salvaguarda de la democracia. Hizo un llamado a todas las fuerzas políticas y regiones a conformar un amplio pacto de concertación nacional para enfrentar los desafíos del país. Manifestó que su administración ejercerá una gobernanza con firmeza, convencido de que la libertad, para ser plena, debe ser conquistada con determinación, augurando mejores días para la patria. De igual forma, expresó su gratitud al pueblo boliviano por la confianza depositada en las urnas y elogió la labor del TSE en un proceso que garantizó la expresión de la voluntad popular.
Por su parte, el vicepresidente electo Edman Lara pronunció un discurso conciso y de marcado talante conciliador. Su compromiso, afirmó, es la cohesión nacional y la reconciliación entre las diversas identidades regionales. Articuló una visión de unidad popular bajo la tricolor nacional, reconociendo un país con desafíos, pero expresando la convicción de una recuperación colectiva mediante el esfuerzo conjunto de todos los bolivianos.
La ceremonia de investidura presidencial, donde Paz y Lara asumirán formalmente las riendas del país, tendrá lugar en dos días en el hemiciclo de la Cámara de Diputados en La Paz. Se anticipa la concurrencia de más de cincuenta delegaciones internacionales que han confirmado su asistencia

