Un grupo de personas ha estado operando en territorio indígena durante aproximadamente tres años, alquilando viviendas y estableciendo contacto con diversas comunidades en la Amazonía, incluyendo a los pueblos baure, esse ejja y cayubaba. Según Justo Molina, presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), esta situación ha generado preocupación entre los líderes indígenas, quienes afirman que algunos de sus dirigentes han firmado contratos sin el conocimiento de la mayoría.

Molina indicó que representantes de una organización conocida como Kailasa han estado buscando establecer relaciones con diversas naciones indígenas, tanto en la Chiquitania como entre los guaraníes y en Guarayos. Aunque recibió múltiples intentos de contacto, decidió no involucrarse debido a su conocimiento sobre la naturaleza de esta organización, que considera una secta. A pesar de sus advertencias, algunos líderes indígenas han formalizado acuerdos con ellos.

Roddy Chávez, perteneciente al pueblo cayubaba, mencionó que la presencia de Kailasa en su territorio es mínima, con solo una vivienda ocupada de manera intermitente por tres personas. La interacción entre los indígenas y los representantes de Kailasa es escasa, limitándose a actividades ocasionales como yoga en la plaza.

Por su parte, Lucio Ayala, presidente del Territorio Indígena Multiétnico 2 (TIM 2), que incluye a tres naciones, afirmó que no hay presencia de Kailasa en su territorio y que han tomado medidas enérgicas contra cualquier intento de manipulación. El TIM 2 emitió un comunicado denunciando las acciones de Kailasa, acusándolos de intentar apropiarse de tierras indígenas mediante engaños y promesas vacías. También declararon nulo cualquier acuerdo que pudiera comprometer su soberanía territorial y prohibieron la entrada de estos representantes a sus comunidades.

En un comunicado publicado en la red social Facebook, el territorio indígena baure mencionó que habían firmado un tratado bilateral con Kailasa en septiembre de 2024, con el objetivo de apoyar el desarrollo de las comunidades indígenas y proteger la biodiversidad. Sin embargo, en días recientes, afirmaron haber desistido de dicho contrato.

A pesar de la presencia de Kailasa en el aniversario de la Cidob, donde entregaron un obsequio al presidente Luis Arce, Molina expresó su confusión sobre cómo lograron ser recibidos. Reveló que habían estado buscando su aprobación durante más de un año, ofreciendo diferentes incentivos. También mencionó que Kailasa ya contaba con personalidad jurídica y documentos que respaldaban la propiedad de algunas tierras indígenas.

Tatiana Montero, de la Gobernación de Beni, aclaró que no se ha otorgado personalidad jurídica a Kailasa. Desde el martes, se han solicitado pronunciamientos a la Cancillería y otras entidades gubernamentales sobre esta situación, pero hasta el momento no ha habido respuesta oficial

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