Después de una intensa semana de búsqueda, el cuerpo sin vida de Juan Vidal Villarroel, de 71 años, fue encontrado en un río cercano al municipio de Saipina, en el departamento de Santa Cruz. La víctima había desaparecido tras ser arrastrada por la corriente del río Mizque en Cochabamba el 11 de marzo, y desde entonces no se habían tenido noticias de su paradero.
Ramiro López, director de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación de Cochabamba, informó que la búsqueda se llevó a cabo en colaboración con el Gobierno Municipal. El hallazgo se produjo el día de ayer, cuando los habitantes de la zona localizaron el cuerpo en la jurisdicción de Santa Cruz, cerca del poblado de Saipina.
Este descubrimiento concluye una exhaustiva operación de rescate que involucró tanto a equipos profesionales como a miembros de la comunidad, quienes persistieron en su empeño a pesar de las difíciles condiciones del terreno y la fuerza del río.
Familiares de Juan Vidal indicaron que él salió de su casa el 11 de marzo para realizar el pago de la electricidad, pero no regresó. Se presume que fue arrastrado por las aguas, que se encontraban crecidas debido a las intensas lluvias en el área de Mizque.
López también mencionó que, al mismo tiempo, se continúa la búsqueda de otras dos personas desaparecidas en el Trópico de Cochabamba, quienes también fueron arrastradas por el río Espíritu Santo. Sin embargo, advirtió que estas labores están cerca de concluir.
Los equipos de rescate se han reactivado en el Trópico de Cochabamba, y se prevé que la búsqueda de estas personas finalice pronto, dado que han transcurrido más de 20 días desde su desaparición. Aunque la responsabilidad principal recae en los Bomberos de la Policía, la Gobernación ha brindado apoyo durante todo este tiempo, con la esperanza de que se logre encontrar a las personas desaparecidas.
La comunidad de Saipina siente profundamente la pérdida de Juan Vidal Villarroel, quien era conocido por su dedicación y afecto hacia los demás. Su familia y amigos están organizando una despedida digna, mientras las autoridades siguen evaluando los daños causados por el desbordamiento del río Mizque