Era la final que todo el mundo del voleibol tenía en mente y no defraudó. El líder de la Liga Iberdrola tuvo la difícil misión de plantar cara al equipo de los títulos en esta edición, vigente campeón de la Supercopa, y lo hizo de la mejor forma que supo: con buen vóley. Aunque enfrente tuvo un Avarca de Menorca que Ivone Martínez revolucionó desde el principio con un juego que alcanzó la velocidad del rayo un partido que empezó mucho antes.
El Avarca de Menorca estaba esperando al Heidelberg-Volkswagen en la Copa de la Reina que, salvo sorpresa, iba a encontrárselo en una final como la que fue. El principio del set iba a estar marcado por el acierto anotador de Grecia Castro y Jimena Gayoso. Un encuentro que parecían tener controlado desde el principio gracias a que lograron contener la ofensiva de Heidelberg que pasaba por Camila Hiruela. La argentina no estaba encontrando la manera de percutir en la defensa del equipo bealear y la falta de fortuna le pasó factura en un set que se marchó 25-19. Un juego que tuvo la fatídica lesión de una Marcella Amaral que se iba a encontrar con la mala suerte de una lesión a mitad de set y la entrada de Jandová.
El equipo siguió con su juego en el segundo set e Ivone Martínez siguió incorporando efectivos al ataque con una Antonella Fortuna que estaba crecida por el ambiente que había en el Pavelló d’Esports de Ciutadella. La gente estaba volcada con su equipo, salvo un reducto de aficionados que habían venido desde Las Palmas de Gran Canaria que se hicieron notar apoyando al Heidelberg-Volkswagen. El partido les estaba saliendo y la entrada al saque de Marina Saucedo terminó por marcar diferencias. Winderlys Medina salía del campo y Ana Escamilla parecía iniciar una reacción de las canarias que se iba a quedar en las puertas con el 25-23.
Cuando el partido parecía estar encarrilado, el Heidelberg-Volkswagen iba a aprovechar la dinámica del final del anterior set para poner una diferencia amplia en el marcador. Camila Hiruela empezaba a aparecer con la determinación que la habitúa y eso animaba a sus compañeras como Adriani Vilvert que empezó a dominar más el juego de la red con varios bloqueos y remates cruzados. La realidad es que el equipo estaba empezando a sentirse más cómodo y el propio Bep Llorens terminó quitando a Grecia Castro en el 1-5 dejando a Zoi Mavrommatis que tuvo sus intervenciones para tratar de darle otro aire al partido. Aunque sin fortuna ante una gran Winderlys Medina y Dayana Segovia que pronto se unieron a Camila Hiruela. Un juego que iba a terminar con un amplio 11-25 y una tensión que hasta el momento no se había visto en el pabellón: el Heidelberg-Volkswagen amenazaba con remontar.
El partido estaba patas arriba y el equipo del archipiélago canario seguía en sus trece, aunque el Avarca de Menorca empezaba a despertar. Eso sí, Patricia Aranda sirvió de muro de contención con ese empuje que le caracteriza y llegó a protagonizar un duelo de ‘fintas cruzadas’ que inicio con un punto suyo e inmediatamente en el siguiente se lo devolvería Ivone Martínez. El partido estaba en su máxima igualdad cuando el saque de Antonela Fortuna y el acierto de Grecia Castro terminaban por culminar una remontada que la propia Jimena Gayoso parecía tener en su cabeza desde el primer punto del set. Fue en ese momento, cuando más apretaban, que terminó cayendo la pelota y con ellas las lágrimas: el Avarca de Menorca, por fín, eran campeonas de la Copa de la Reina.
Fue justo en ese momento cuando el ruido del Pavelló d’Esports de Ciutadella pasó a ser ensordecedor, aunque ese no fue el motivo por el que Bep Llorens iba a deshacerse en lágrimas abrazado a su cuerpo técnico. Trece años siendo el entrenador del Avarca de Menorca, por fín daban sus frutos. Unas lágrimas que se mezclaban con la felicidad del momento de una Ivone Martínez que se abrazaba a sus compañeras o de más lágrimas de Jimena Gayoso o una Antonella Fortuna muy emocionada. Y todo por la felicidad del momento, porque cuando menos se lo esperaban, Ivone Martínez recibía el MVP Iberdrola a la mejor jugadora del torneo y la Copa de la Reina ya estaba en el cielo y ellas eran campeonas. El doblete ya era del Avarca de Menorca.

FUENTE: MARCA

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