La tradición vitivinícola de Bodegas Aranjuez se remonta al 31 de marzo de 1976, cuando Milton Castellanos Espinoza y su esposa Ana Hebe Cortéz Vaca-Guzmán embotellaron su primer vino en Tarija. Este legado se celebró el 17 de marzo de 2025, durante un homenaje organizado por la Cámara de Diputados del Estado Plurinacional de Bolivia en la Finca El Origen, en el que se conmemoraron casi cinco décadas de la empresa y su contribución al sector vitivinícola del país.
El evento reunió a diversas personalidades, incluyendo a representantes del Gobierno Municipal y la Gobernación de Tarija, así como a la senadora Zoya Zamora y al Dr. Edgar Guzmán. Sin embargo, la celebración se tornó sombría cuando el gerente de Bodegas Aranjuez, Mauricio Hoyos, anunció el fallecimiento de Milton Castellanos. En su discurso, Hoyos recordó la dedicación y esfuerzo de Castellanos y su esposa, quienes iniciaron este proyecto sin saber el impacto que tendría en la región.
Durante la ceremonia, la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija, a través del asambleísta Luis Lema, otorgó una Resolución de Distinción a Milcast Corp. SRL. El diputado José Luis Porcel Marquina también compartió anécdotas sobre la vida laboral de Castellanos, destacando su compromiso con la viticultura en una región que a menudo es malinterpretada.
Adriana Aguirre Castellanos, nieta del fundador, ofreció un emotivo tributo a su abuelo, resaltando su amor por la vida y su dedicación a Tarija. La ceremonia concluyó con un brindis en honor a Milton Castellanos, recordando su famosa frase sobre su orgullo de ser tarijeño.
Bodegas Aranjuez, pionera en la viticultura boliviana, ha dejado una huella significativa en el sector desde su fundación. La introducción de la cepa Tannat en 1999 marcó un hito, convirtiéndose en la variedad más cultivada y vinificada en el país. En 2013, su vino Juan Cruz ganó la primera medalla Gran Oro para Bolivia en un certamen internacional, lo que solidificó su prestigio en el ámbito global.
Bajo la dirección de Castellanos, la bodega también ha promovido el enoturismo y la cultura local, fortaleciendo la Ruta del Vino y el Singani de Altura, y organizando iniciativas culturales que han enriquecido la identidad regional. Aranjuez ha sido innovadora en la producción de vinos de variedades como Cabernet Franc, Bonarda y Zinfandel, acumulando múltiples premios internacionales y manteniendo su papel como un referente en la viticultura latinoamericana