El mediocampista boliviano Gabriel Villamil se prepara para un encuentro crucial en el estadio Morumbí, donde su equipo, Liga de Quito, enfrentará a São Paulo a partir de las 18:00. El conjunto ecuatoriano llega con una ventaja significativa de dos goles obtenida en el partido de ida, buscando asegurar su lugar en las semifinales de la Copa Libertadores, donde el vencedor se enfrentará a Palmeiras. Villamil, una figura central en el esquema táctico de su club, ha demostrado su valía a lo largo de la temporada, participando en 24 encuentros y contribuyendo con cuatro anotaciones. Su rendimiento en competiciones continentales ha sido consistentemente destacado, evidenciando un notable despliegue físico y una dedicación inquebrantable en el campo de juego.
Paralelamente, en otro enfrentamiento de cuartos de final de la Libertadores, Estudiantes de La Plata será anfitrión de Flamengo en Argentina a las 20:30. El equipo brasileño posee una ligera ventaja, habiendo ganado el encuentro de ida por 2-1.
En el ámbito de la Copa Sudamericana, el portero Guillermo Viscarra se alista para un desafío de gran envergadura. Defenderá la portería de Alianza Lima en un vibrante encuentro contra la Universidad de Chile, que se disputará en Santiago a las 20:30. La eliminatoria se encuentra en un empate sin goles tras el partido de ida en Perú, y el equipo que logre avanzar se enfrentará a Lanús de Argentina en las semifinales. Viscarra, también guardameta de la selección boliviana, vive un momento cumbre en su trayectoria profesional, consolidándose como una pieza fundamental en su equipo. A lo largo de la actual temporada, ha participado en 39 partidos oficiales, destacándose por su solidez y regularidad bajo los tres palos, cualidades que le han granjeado el aprecio de los seguidores de Alianza Lima.
Tanto Villamil como Viscarra comparten la aspiración de progresar a las semifinales, lo que representaría un hito significativo para el fútbol boliviano en el escenario de las competiciones internacionales de clubes. Esta jornada tiene el potencial de ser un punto de inflexión, tanto para sus respectivas carreras individuales como para la proyección de los futbolistas bolivianos en el panorama continental