La campaña de vacunación antirrábica canina en Tarija, originalmente programada para el mes de agosto, ha sido pospuesta. Esta decisión surge a raíz de complicaciones en la adquisición de las dosis necesarias, según han comunicado las autoridades de la Unidad de Zoonosis del Gobierno Municipal.
La principal dificultad radica en los desafíos para la compra de las vacunas biológicas a nivel internacional. Se ha informado que los inconvenientes en la disponibilidad de divisa extranjera han repercutido en los procesos de importación de estos insumos esenciales. No obstante, se espera que la adquisición de las vacunas se concrete hacia mediados de octubre.
El biológico requerido es una vacuna de cultivo celular que se obtiene de proveedores externos al país. Actualmente, se están llevando a cabo todas las gestiones pertinentes para asegurar su importación. Aunque no se ha establecido una fecha exacta para el arribo de las dosis, la expectativa es que la primera quincena de octubre marque el inicio de la disponibilidad de las vacunas, permitiendo así el lanzamiento de la campaña correspondiente a la gestión 2025.
A pesar del retraso en la llegada de las vacunas, el Gobierno Municipal ha confirmado que cuenta con todos los recursos logísticos, insumos médicos y demás materiales necesarios para ejecutar la campaña de inmunización contra la rabia canina de manera eficiente una vez que las dosis estén disponibles.
Respecto a la demanda de vacunas, si bien no se dispone de estadísticas actualizadas sobre la población canina total del departamento, se estima que para el municipio de Cercado se requieren aproximadamente 8 mil dosis, cifra basada en los registros del año anterior.
En cuanto a la situación epidemiológica, Tarija reportó cinco casos confirmados de rabia canina durante el mes de enero de 2025. Desde entonces, las autoridades de Zoonosis han señalado que no se han registrado nuevos incidentes. Se mantiene un seguimiento epidemiológico constante y se realizan actividades diarias de vigilancia para controlar la posible presencia de la enfermedad en la región