Treinta y dos observadores electorales de largo plazo, enviados por la Misión de Observación de la Unión Europea, han comenzado su despliegue en las nueve regiones de Bolivia. Este acontecimiento se produce a escasos once días de la inédita segunda vuelta presidencial, en un contexto donde se han recibido reportes sobre posibles intentos de influir en el proceso electoral del país.
Un alto funcionario de la misión europea confirmó que los observadores, tras completar su capacitación en La Paz, ya se dirigen a sus respectivos departamentos. Se anticipa que la próxima semana se sumarán cincuenta observadores de corto plazo, elevando el número total a 120 para el día de la votación, el 19 de octubre. Estos equipos se reunirán con diversas entidades locales, incluyendo los Tribunales Electorales Departamentales, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y observadores nacionales.
La misión ha reconocido haber recibido una denuncia por parte del exmandatario y actual candidato opositor, Jorge Quiroga, de la alianza Libre, quien alegó supuestas intenciones de comprometer las elecciones generales del pasado 17 de agosto, utilizando insinuaciones de fraude. Si bien la misión está dando seguimiento a estas acusaciones, un representante señaló que el término fraude es de gran magnitud, especialmente considerando que todos los actores políticos aceptaron los resultados de la primera vuelta. Además, la misión ha expresado su confianza en la preparación del Tribunal Supremo Electoral, afirmando que todas las disposiciones están en orden para la segunda ronda.
En paralelo, los tribunales electorales regionales están ultimando los preparativos, ensamblando 9.115 maletas electorales que serán distribuidas en 1.124 recintos de sufragio, tanto urbanos como rurales, en todo el territorio nacional. En el departamento de La Paz, los responsables de tecnología electoral han informado que la producción de maletas para las zonas rurales ya se ha iniciado y pronto se extenderá a las áreas urbanas, previendo un total de 9.099 kits para 1.285 recintos en la región.
Por su parte, el candidato Quiroga, quien se enfrentará a Rodrigo Paz del Partido Demócrata Cristiano en la segunda vuelta, había manifestado previamente su preocupación por supuestos planes para anular la primera ronda electoral, alertando sobre situaciones inusuales. En respuesta, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ha repudiado enérgicamente cualquier intento temerario de poner en riesgo la democracia del país. El mandatario ha señalado a asambleístas nacionales, actores políticos y sectores afines al expresidente Evo Morales como responsables de acciones coordinadas para desconocer los resultados de las elecciones generales del 17 de agosto. El Tribunal Supremo Electoral también ha emitido una advertencia pública, alertando sobre intentos de afectar la realización de la segunda vuelta mediante la interposición de denuncias infundadas ante el Ministerio Público, con el objetivo explícito de invalidar los resultados de los comicios del 17 de agosto.
Un total de 7.567.207 ciudadanos mayores de 18 años en Bolivia, junto con 369.308 compatriotas residentes en veintidós países, están convocados a las urnas para elegir al gobierno que regirá el país durante el próximo quinquenio.
Las elecciones generales de agosto pasado contaron con la observación de misiones internacionales, incluyendo la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos, las cuales coincidieron en calificar el proceso electoral como exitoso. Estos comicios marcan, además, un punto de inflexión político, concluyendo casi dos décadas de gobiernos del Movimiento al Socialismo y resultando en la pérdida de su mayoría legislativa, con una proyección de solo dos diputados para el próximo periodo