Un nuevo capítulo en el ámbito legislativo boliviano se inauguró recientemente, marcado por un ambiente de serenidad y un notorio alejamiento de las tensiones que caracterizaron transiciones anteriores. El órgano electoral supremo del país formalizó la investidura de 338 parlamentarios, entre senadores, diputados y asambleístas supraestatales, quienes asumirán sus funciones para el periodo constitucional 2025-2030. Este acto, celebrado en la capital, congregó a representantes de diversas regiones, evidenciando una renovación en el panorama político sin los gestos de confrontación o las insignias partidarias predominantes en épocas pasadas.
La composición de la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional refleja la persistente diversidad del país. Durante la ceremonia de acreditación, los legisladores exhibieron una amplia gama de vestimentas, desde trajes formales y elegantes atuendos hasta indumentarias tradicionales que simbolizan la riqueza cultural de Bolivia. Se observaron desde el corochi, un vestido de cuero de vaca característico de las tierras bajas, hasta ponchos y lluch’us andinos, así como sombreros y ponchos chaqueños. Asimismo, varias representantes de departamentos como La Paz, Chuquisaca y Cochabamba realzaron el evento con coloridas mantas, blusas y polleras.
El evento estuvo cargado de simbolismo patrio. En el estrado principal, la bandera del Patujú, que representa a las naciones indígenas de tierras bajas, fue visible por primera vez en más de un lustro, posicionada a la izquierda de la Tricolor boliviana, mientras que la Wiphala andina ocupaba el lado derecho. Esta tríada de emblemas nacionales presidió toda la jornada, que comenzó con la entonación del Himno Nacional por parte de la banda de músicos y todos los asambleístas presentes. Simultáneamente, en las inmediaciones del hotel, simpatizantes de diversas fuerzas políticas se congregaron desde tempranas horas, manifestando su apoyo con pancartas y vítores hacia sus flamantes representantes.
Previamente al llamado individual de cada asambleísta para recibir su credencial, la máxima autoridad en ejercicio del Tribunal Supremo Electoral pronunció un discurso que enfatizó la trascendental responsabilidad que recae sobre los hombros de los legisladores. Subrayó la imperiosa necesidad de un desempeño diligente y comprometido en beneficio de la nación, instándolos a honrar la confianza depositada por el pueblo boliviano. En este contexto, la autoridad electoral delineó dos tareas legislativas prioritarias: la elección de los nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral, cuya gestión concluye en diciembre, y la aprobación urgente de una normativa para convocar a elecciones judiciales complementarias.
La entrega de credenciales se desarrolló de manera ordenada, con cada legislador siendo convocado al estrado. La primera en recibir su acreditación fue una senadora por Chuquisaca, marcando el inicio de un proceso en el que los vocales electorales se alternaron para felicitar y entregar los documentos. Algunos parlamentarios aprovecharon el momento para exhibir las banderas de sus departamentos o expresar vivas por sus regiones y por Bolivia; incluso una diputada oriunda de Tarija celebró con un baile tradicional antes de aceptar su credencial. Entre los nuevos miembros del parlamento, se identificaron varias figuras políticas con trayectoria, incluyendo a exlíderes cívicos, exasambleístas departamentales, exgobernadores, exalcaldes y exministros de Estado, quienes ahora representan a diferentes departamentos y fuerzas políticas.
Concluida la ceremonia oficial, que se extendió por más de dos horas, los legisladores se reunieron con sus respectivas bancadas para establecer estructuras internas y recibir directrices de sus líderes. Un importante bloque de oposición, por ejemplo, sostuvo su primera reunión para delinear su estrategia. Sus portavoces manifestaron respeto por la victoria de la fuerza política mayoritaria y anunciaron su apoyo a la elección de las nuevas presidencias del Senado y Diputados, reconociendo la prerrogativa de la mayoría. Asimismo, expresaron su respaldo a las iniciativas destinadas a mitigar la crisis de carburantes y la escasez de divisas. No obstante, enfatizaron que su apoyo no implicaría un cheque en blanco, comprometiéndose a ejercer una oposición leal, patriótica y constructiva, y a impulsar el debate de propuestas para abordar los desafíos nacionales

