El costo de los medicamentos esenciales para el tratamiento y la recuperación de víctimas de quemaduras se ha elevado considerablemente en Bolivia, impactando de manera desproporcionada a las familias de bajos ingresos. Este incremento se enmarca en una tendencia generalizada de alza en los precios de fármacos en el país, lo que representa un desafío significativo para la salud pública.
Para quienes han sufrido quemaduras, el proceso de curación a menudo requiere tratamientos prolongados y costosos. Un ejemplo notable es la colagenasa tópica, un medicamento fundamental para la limpieza de úlceras cutáneas y heridas severas, cuyo precio se ha duplicado en los últimos meses, pasando de 70 a 150 bolivianos.
Ante esta situación, diversas iniciativas de voluntariado han intensificado sus labores de prevención. Estas campañas se dirigen principalmente a barrios y comunidades rurales, buscando educar a las poblaciones más vulnerables sobre medidas de seguridad, especialmente en lo que respecta a la protección de los niños. Se ha identificado que muchos accidentes por quemaduras en menores ocurren en el hogar, a menudo en la cocina, donde la curiosidad de los pequeños puede llevarlos a derramar líquidos o aceites calientes.
La dificultad para acceder a medicamentos se agrava por el aumento generalizado en el costo de la canasta básica, lo que añade una presión económica adicional a las familias afectadas. Las organizaciones de apoyo han ampliado sus programas de prevención, incluyendo charlas sobre el uso seguro de garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP), dado que los accidentes domésticos relacionados con fugas o explosiones de gas también son una causa frecuente de quemaduras graves, afectando mayoritariamente a personas con recursos limitados.
Desde el sector farmacéutico, se ha reconocido el panorama actual. Representantes de la industria han admitido incrementos de hasta un 80% en el precio de varios medicamentos. Esta situación se atribuye principalmente a los sobrecostos generados por la escasez de dólares en el mercado y la consecuente apreciación del tipo de cambio paralelo.
La industria enfrenta un período de incertidumbre en cuanto a la evolución de los precios. Aunque se considera improbable que el valor del dólar retorne a los niveles previos a su reciente escalada, una eventual estabilización en un punto intermedio podría contribuir a una mejora en los costos. Sin embargo, por el momento, no se vislumbra una solución clara. A pesar de un compromiso gubernamental de destinar 45 millones de dólares trimestrales para asegurar la importación de materia prima farmacéutica, esta asignación no se ha concretado. Adicionalmente, las divisas que logran llegar al sector terminan adquiriendo un costo similar al del mercado paralelo debido a comisiones adicionales