El dolor y la negligencia que marcaron la estancia de Daniela en el Hospital San Juan de Dios.

La historia de Daniela, una joven mujer que falleció en el Hospital San Juan de Dios, ha conmocionado a la opinión pública. Su madre, Rita Torri, ha compartido una carta abierta desgarradora en la que detalla los momentos de sufrimiento y negligencia que vivió su hija durante su estancia en el centro médico.

La trágica historia de Daniela, una joven mujer que falleció en el Hospital San Juan de Dios, ha conmocionado a la opinión pública. Su madre, Rita Torri, ha compartido una carta abierta desgarradora en la que detalla los momentos de sufrimiento y negligencia que vivió su hija durante su estancia en el centro médico.

Daniela ingresó al hospital en estado crítico, con una anemia severa, deshidratación y un intenso dolor abdominal. Además, sufría de fibromialgia crónica, una enfermedad invisible pero extremadamente dolorosa. A pesar de sus conocimientos sobre su condición y su valentía, Daniela no recibió la atención adecuada por parte del personal médico.

Durante los cinco días que estuvo internada, Rita relata cómo diferentes médicos pasaron por su cama con criterios distintos, sin que se definiera claramente quién estaba a cargo de su caso. La falta de coordinación, la indiferencia y la burocracia parecían prevalecer sobre la urgencia de atender el dolor y la salud de Daniela.

A pesar de los esfuerzos de su madre por obtener información y asistencia para su hija, la respuesta de los profesionales de la salud fue insuficiente y lenta. Se mencionan situaciones en las que se solicitaban procedimientos urgentes, como una transfusión, una tomografía o medicamentos, pero la demora y la falta de coordinación ponían en peligro la vida de Daniela.

El relato de Rita es desgarrador cuando describe cómo su hija, en medio de su sufrimiento, expresaba sentirse invisible y desatendida por el personal médico. La falta de empatía, de un trato digno y de un cuidado adecuado llevó a Daniela a un estado crítico que terminó con su prematura muerte.

Rita Torri, en su carta, no busca venganza, sino justicia y memoria para su hija. Su llamado es a que la atención médica sea un acto de humanidad, que cada paciente sea tratado con respeto, atención y dignidad. Su historia es un recordatorio de que la salud no puede ser reducida a un trámite burocrático, sino que debe ser un compromiso con la vida y el bienestar de cada persona.

La muerte de Daniela no puede ser en vano, y su legado debe ser un recordatorio constante de la importancia de un cuidado médico humano, empático y eficiente. Su madre, con valentía y dolor, alza la voz para que ninguna otra familia tenga que enfrentar el sufrimiento y la pérdida que ella ha vivido.

La muerte de Daniela es un recordatorio de la importancia de un cuidado médico humano, empático y eficiente, y su madre, Rita Torri, busca justicia y memoria para su hija.