La situación en el municipio de Tipuani, ubicado en la provincia Larecaja del departamento de La Paz, ha generado una profunda preocupación entre las autoridades, quienes advierten sobre el riesgo de una escalada hacia una gran catástrofe si no se implementan soluciones estructurales, particularmente en lo que respecta a la actividad minera en la región.

La emergencia se reactivó tras el desborde del río que atraviesa la zona, un evento que se produjo la mañana del 7 de octubre después de varios días de intensas precipitaciones. Este desastre ha dejado a más de 420 familias damnificadas y numerosas viviendas anegadas. Un equipo técnico, enviado para evaluar los daños, ha presentado resultados que se describen como nada alentadores.

Muchas residencias permanecen cubiertas por el agua, y existe un riesgo considerable de colapso una vez que el terreno se seque, debido a la ausencia de sistemas de drenaje adecuados. Las características geográficas del municipio complican el desagüe, lo que eleva el nivel de riesgo en la zona.

Se ha señalado que la raíz del problema es de carácter estructural: la falta de una regulación efectiva sobre las cooperativas mineras que operan en el área. Sin un control apropiado, se considera que será extremadamente difícil prevenir futuras emergencias de esta magnitud.

Ante este panorama, se ha instado a las autoridades municipales y departamentales a asumir plenamente sus responsabilidades, solicitando la apertura de una investigación para determinar responsabilidades y proponer soluciones a largo plazo. Se enfatiza la importancia de que las instancias competentes por ley, como los gobiernos municipales y departamentales, junto con las cooperativas mineras, tomen la iniciativa en este proceso.

Entre las alternativas más viables, se ha planteado la necesidad de ordenar el crecimiento urbano y establecer una regulación estricta sobre la actividad minera. La reubicación de la población se presenta como una opción compleja, dada la existencia de edificaciones de hasta cinco pisos y la infraestructura de servicios básicos ya instalada. Por ello, se considera más conveniente enfocar los esfuerzos en la regulación y asegurar que las cooperativas mineras cumplan con la normativa vigente, desplazándose hacia otros sectores.

Actualmente, el Gobierno aguarda la declaración formal de emergencia y desastre por parte del municipio de Tipuani, lo que permitiría activar recursos adicionales para la atención de la crisis. La crecida del río ha inundado no solo viviendas, sino también sembradíos y vías de acceso, manteniendo la situación crítica en diversas áreas.

Desde la Gobernación departamental, se ha reiterado la preocupación por el impacto de las actividades mineras en las inundaciones, enfatizando la urgencia de que estas empresas implementen planes de prevención. Se ha confirmado que 120 familias han perdido la totalidad de sus bienes, aunque el número total de damnificados supera las 420. Se espera la visita del gobernador a la zona afectada el próximo 15 de octubre para evaluar directamente las necesidades de la población

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