Un trágico suceso ha conmocionado a la comunidad deportiva en India, tras el asesinato de Radhika Yadav, una tenista de 25 años, presuntamente a manos de su propio padre. El incidente subraya una dolorosa realidad sobre las tensiones familiares que pueden surgir en ciertos contextos culturales.
Radhika Yadav, quien había alcanzado el nivel de competición de la Federación Internacional de Tenis (ITF), demostrando una notable competencia en el deporte, vio su carrera en las pistas interrumpida por una lesión de hombro. Tras este revés, la joven decidió emprender un nuevo camino abriendo una academia de tenis en Gurgaon, una ciudad satélite de Nueva Delhi conocida por ser un centro neurálgico para empresas de tecnología de la información.
La iniciativa de Radhika prosperó, y su éxito en la gestión de la academia comenzó a generar comentarios en el entorno de su padre, Deepak Yadav, de 49 años. Este, un propietario de tierras residente en una zona rural, habría interpretado la prosperidad económica de su hija como una afrenta personal, sintiéndose humillado al depender, según las percepciones de su comunidad, del sustento generado por ella. Se reporta que el padre exigió a Radhika que cerrara su negocio, a lo que ella inicialmente se negó. Sin embargo, bajo una presión creciente, se afirma que la tenista había comenzado a considerar ceder a la demanda paterna. La creciente visibilidad de Radhika en las redes sociales también contribuyó a la escalada de la tensión familiar. Es importante señalar que algunas versiones sugieren que su actividad principal era la de entrenadora independiente, más que la dirección de una academia formal.
La fatalidad se precipitó el pasado jueves. El tío de Radhika Yadav, quien residía en el piso superior del apartamento de la joven, la encontró sin vida en la cocina, con un arma de fuego junto a ella. Inmediatamente, la trasladó junto a su hijo a un hospital cercano, pero los esfuerzos por salvarla fueron en vano. El padre, Deepak Yadav, confesó haber disparado a su hija en cinco ocasiones con un revólver calibre .32, alcanzándola por la espalda mientras ella se encontraba cocinando. La confesión del presunto autor fue confirmada por las autoridades policiales, a través del inspector Vinod Kumar. Se especula, además, sobre la posible presencia de la madre de la tenista durante el trágico suceso. Aproximadamente 150 personas se congregaron para despedir a la joven deportista en su funeral