La Gobernación de Tarija ha presentado una propuesta para ajustar la escala salarial de sus funcionarios, una medida que busca optimizar los gastos del Ejecutivo Departamental. Esta iniciativa, que se encuentra actualmente en manos de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), incluye una reducción del salario del gobernador, que pasaría de 14.000 a 11.000 bolivianos mensuales, mientras que los secretarios recibirían aproximadamente 9.000 bolivianos.
El gobernador, Oscar Montes Barzón, ha aclarado que esta modificación no afectará a los cargos técnicos, sino que se concentrará en el ejecutivo. Además, ha confirmado la eliminación de ciertas unidades operativas, lo que resultará en una disminución del personal.
Montes confía en que la ALDT apoye esta política de austeridad, aunque desde el legislativo se ha manifestado que ya se han realizado recortes significativos y que una reducción salarial no resolvería la crisis económica actual.
El gobernador explicó que la propuesta responde a la disminución del presupuesto departamental y tiene como objetivo mantener el gasto del Ejecutivo dentro de los límites establecidos para 2025. En este sentido, se planea fusionar direcciones y eliminar puestos, como jefaturas y asesores, lo que llevaría a una reducción de la plantilla de funcionarios públicos de 600 a poco más de 500 para el próximo año.
Además, Montes ha señalado que la ALDT no ha realizado los ajustes necesarios en su propio presupuesto, lo que afecta al Ejecutivo. Afirmó que los asambleístas no deberían tener salarios superiores al del gobernador, dejando en claro que la decisión final sobre su remuneración recaerá en la propia asamblea.
La propuesta de nueva escala salarial deberá ser debatida por la ALDT antes de finalizar la gestión 2024. Si no se aprueba, la Gobernación podría enfrentar dificultades para cumplir con el techo presupuestario del año siguiente.
Desde la perspectiva de Jorge Sanguino, asambleísta de Comunidad de Todos, el ajuste salarial no resolverá la situación económica del Gobierno Departamental. Sanguino sostiene que es necesario buscar una solución más estructural que genere un ahorro considerable, sugiriendo que la reducción de fondos podría alcanzar entre 1 y 2 millones de bolivianos, pero que se requiere un plan más ambicioso que podría llegar a los 7 millones a largo plazo.
Sanguino aboga por una disminución en el número de asambleístas, sugiriendo que se reduzcan de 60 a 16, argumentando que esto es fundamental para una gestión más eficiente.
Por otro lado, el asambleísta del Movimiento al Socialismo (MAS), José Yucra, ha defendido que la ALDT ya ha realizado recortes en su presupuesto, eliminando viáticos, refrigerios y otros gastos. Según Yucra, la Gobernación continúa incurriendo en gastos que podrían ser evitados, lo que plantea un contraste con los esfuerzos de austeridad de la asamblea.
Yucra también ha mencionado que la ALDT ha dejado de contratar personal técnico y que cada asambleísta debe gestionar su propio apoyo, al tiempo que criticó que la Gobernación mantiene un presupuesto considerable para su despacho y cuenta con asesores externos, lo que a su juicio contradice la idea de austeridad que se busca implementar.
Ambos legisladores han coincidido en que, aunque la situación financiera es crítica, es necesario abordar la problemática de manera integral y no solo a través de ajustes salariales