La ciudad de Tarija experimentó una severa alteración el jueves 16 de octubre por la tarde, a raíz de una intensa precipitación acompañada de una fuerte granizada. Este fenómeno meteorológico provocó una serie de perjuicios en distintas áreas de la capital.
Las consecuencias inmediatas incluyeron calles anegadas, inundaciones en múltiples viviendas, el colapso de tinglados y la amenaza a la integridad de diversas infraestructuras. Particularmente crítica fue la situación en la zona de la Víbora Negra, donde las autoridades municipales tuvieron que movilizar maquinaria pesada. Tractores fueron empleados para retirar las considerables acumulaciones de granizo que se formaron en las vías, las cuales obstruyeron las bocas de tormenta, impidiendo el drenaje natural del agua y exacerbando las inundaciones.
Entre las estructuras afectadas se encuentran varias unidades educativas que sufrieron daños, así como numerosas viviendas con desperfectos en sus techos. Para hacer frente a la emergencia, un contingente de más de 200 personas fue desplegado para atender las diversas incidencias reportadas