El proyecto de la avenida Segunda Circunvalación en Tarija avanza con determinación, consolidándose como una de las intervenciones urbanísticas más significativas para la ciudad. La infraestructura clave, que incluye un sistema de drenaje y puentes, está alcanzando etapas cruciales de su desarrollo.

Una reciente supervisión de las seis estructuras de drenaje tipo cajón, elementos fundamentales de la primera fase, reveló un progreso constructivo del 84 por ciento. Paralelamente, los doce puentes que forman parte de esta misma etapa han superado el 70 por ciento de su edificación. El alcalde de Tarija, Johnny Torres Terzo, llevó a cabo esta inspección durante una jornada de trabajo, confirmando el notable avance en el sitio.

La autoridad municipal ha destacado que esta avenida se perfila como una de las obras de mayor impacto social y urbanístico de la administración actual. Será la primera vía de cuatro carriles en la ciudad, con una extensión de ocho kilómetros de largo y cincuenta metros de ancho, diseñada para conectar fluidamente la zona sur con el norte de la capital tarijeña.

La inversión destinada a las estructuras de drenaje supera los 21 millones de bolivianos. Estas se ubican estratégicamente en puntos clave como las quebradas Tapa de Zorro, Torrecillas, La Cantera y El Gringo, gestionando el flujo de agua de torrenteras. La culminación de los puentes y las alcantarillas es esencial no solo para dinamizar la economía local en tiempos de dificultad, sino también para asegurar la funcionalidad y el adecuado drenaje de la vía. Se ha especificado que, en esta etapa inicial, la avenida contará con una superficie de tierra y ripio.

Se estima que la conclusión de estas obras se producirá entre noviembre y diciembre del presente año, lo que permitirá iniciar posteriormente la ejecución de los accesos a la Segunda Circunvalación. El alcalde subrayó la trascendencia de este proyecto en los últimos años, indicando que, tras la finalización de los puentes, se procederá con las siguientes fases, que podrían incluir terraplén y pavimento, o directamente pavimento rígido. La prioridad es asegurar que esta primera fase esté lista antes de la temporada de lluvias.

A pesar de los desafíos inherentes a la construcción, como la escasez de combustibles y el incremento en los precios de los materiales, la primera fase de la avenida mantiene un ritmo constante. Los supervisores del proyecto, entre ellos Miguel Rojas, a cargo de la alcantarilla número uno, confirmaron que las empresas responsables de los doce puentes y las seis estructuras de drenaje tomaron las precauciones necesarias, adquiriendo los materiales con antelación. En cuanto al suministro de combustible, se gestiona mediante un sistema de turnos en las estaciones de servicio. Rojas precisó que la alcantarilla número uno ha alcanzado un 67 por ciento de progreso y se prevé su culminación en noviembre.

Demostrando su compromiso con la gestión pública, el líder municipal mantuvo una agenda laboral completa durante su jornada, que incluyó, además de la supervisión del proyecto vial, el lanzamiento oficial de la tradicional fiesta de Santa Anita, programada para los días 25 y 26 de este mes

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