El Servicio Departamental de Salud (Sedes), a través de su Programa Chagas, intensifica sus esfuerzos en las zonas rurales para combatir la presencia de la vinchuca, el insecto responsable de la transmisión de la enfermedad de Chagas, una afección endémica que aún persiste en varias provincias del departamento.
Actualmente, las acciones se concentran en la localidad de Santa Ana, donde se implementa un control vectorial focalizado. La estrategia adoptada no consiste en un plan de fumigación masiva, sino en un sistema de evaluaciones domiciliarias. Únicamente se procede al rociado selectivo en aquellas viviendas donde se confirma la detección del insecto.
La efectividad del tratamiento intradomiciliario puede extenderse hasta por tres meses, mientras que la intervención peridomiciliaria mantiene su acción entre 30 y 45 días, con su duración sujeta a factores ambientales como las precipitaciones o la exposición solar.
En las últimas dos décadas y media, el programa ha logrado una reducción significativa en los índices de infestación. De niveles superiores al 50% registrados hace aproximadamente 25 años en todo el departamento, la prevalencia actual se sitúa por debajo del 2%. Esto implica que, de cada cien hogares evaluados, la presencia del vector se verifica en tan solo uno o dos.
A pesar de este avance, ciertas áreas, particularmente los municipios de la región del Chaco, como Yacuiba, continúan presentando desafíos considerables, con tasas de infestación que superan el 15%. En estas localidades, las operaciones se complican por la resistencia de los insecticidas disponibles y la escasez de personal de apoyo. Para expandir la cobertura y fortalecer las intervenciones en estas zonas críticas, se ha señalado la necesidad imperante de contar con el respaldo de las administraciones municipales y subgobernaciones, a fin de asegurar la contratación de personal adicional.
Finalmente, se enfatiza la importancia de que la población adopte medidas preventivas en sus hogares. Entre las recomendaciones clave se incluyen mantener la limpieza del entorno doméstico, ubicar gallineros y corrales a una distancia mínima de diez metros de las viviendas y reportar de inmediato cualquier avistamiento de vinchucas a las autoridades sanitarias

