La ciudad se prepara para recibir una de sus celebraciones más arraigadas, la tradicional feria de la Santa Anita, que tendrá lugar los días viernes 25, sábado 26 y domingo 27 de julio. Los preparativos finales están en marcha por parte de la administración municipal, a través de su departamento de Turismo y Cultura, para asegurar el éxito de este evento que se desarrollará en la céntrica Calle Cochabamba, conocida popularmente como la calle ancha del barrio San Roque.
Se ha dispuesto un total aproximado de mil espacios para los expositores. La distribución de estos puestos refleja la diversidad de la feria: el 33% estará dedicado a la oferta gastronómica, mientras que el 41% se destinará a la repostería y dulces tradicionales. Las artesanías ocuparán el 17% de los espacios, y el 9% restante corresponderá a bazares.
Las actividades comenzarán el viernes con un festival de talentos que se realizará frente a la iglesia de San Roque. El sábado, a primera hora, se dará inicio oficial a la festividad principal de la Santa Anita con una procesión que recorrerá la Calle Cochabamba hasta la General Trigo, culminando con una misa. Para los días sábado y domingo, el horario de la feria se extenderá desde las 8:00 de la mañana hasta las 23:00 horas, contando con el respaldo de las autoridades de Intendencia y la Guardia Municipal para garantizar el orden y la salubridad de los alimentos ofrecidos.
Paralelamente, a partir de este viernes, el campo ferial del barrio El Constructor albergará una feria artesanal. Esta iniciativa es fruto de una coordinación con la Asociación de Artesanos, quienes llegan desde diversas regiones del país. Se estima que cerca de cincuenta artesanos ya se encuentran en la ciudad, listos para instalar sus puestos y exhibir sus creaciones.
En apoyo a estos eventos, la dirección de Obras Públicas del gobierno local ha llevado a cabo labores exhaustivas de limpieza, mejora de la iluminación y mantenimiento general en el campo ferial. Adicionalmente, se ha procedido al pintado de señalizaciones y al mejoramiento de las vías de acceso a las zonas de la feria. Estas acciones, coordinadas mediante inspecciones con residentes del barrio y los propios feriantes, buscan asegurar que todo esté dispuesto para el 25 de julio, fecha de inicio de esta celebración anual que atrae a un gran número de visitantes, especialmente durante las horas de la noche. El propósito primordial es ofrecer condiciones óptimas tanto para los artesanos como para los asistentes, proyectando una imagen acogedora y vibrante de la ciudad