El reciente discurso presidencial, pronunciado en el marco de la conmemoración bicentenaria, ha suscitado una ola de cuestionamientos por parte de figuras prominentes de la oposición política. En su alocución, el mandatario destacó los logros de su gestión y reafirmó el compromiso con la senda de un Estado Plurinacional descolonizado.
Samuel Doria Medina, uno de los líderes opositores, calificó la intervención del jefe de Estado como un mensaje desvinculado de la realidad nacional, excesivamente cargado de ideología. Sugirió que esta podría ser una de las últimas alocuciones significativas del actual presidente, a quien percibió como desorientado. El político atribuyó a la administración actual la responsabilidad de una profunda crisis que afecta al país, proponiendo la vía democrática y el sufragio como el camino para superar esta coyuntura adversa. Mientras el presidente afirmó que el espíritu del proceso de cambio seguía vigente, Doria Medina sostuvo que, en la práctica, la gestión gubernamental lo había aniquilado.
Por su parte, Jorge Tuto Quiroga, otra voz influyente de la oposición, aseveró que la gestión del presidente ha sido un rotundo fracaso. Argumentó que, de no ser así, el actual mandatario estaría buscando la reelección, interpretando su ausencia de la contienda como una admisión tácita de las deficiencias de su mandato. Quiroga describió el discurso como una extensa perorata, sugiriendo que, en lugar de ello, el presidente debería haberse limitado a ofrecer disculpas públicas y retirarse de su cargo. Asimismo, el exmandatario insistió en que el jefe de Estado debía reconocer la responsabilidad compartida con Evo Morales en la compleja situación que atraviesa la nación. Recordó que el actual presidente ocupó cargos ministeriales en las primeras administraciones del Movimiento Al Socialismo antes de asumir la máxima magistratura del país