Desde una simple bandeja central de una doble vía hasta un parque metropolitano. Las áreas verdes de nuestra ciudad están conformadas por un conjunto de especies vegetales que predominan según el espacio disponible, la topografía del terreno y la combinación con otros usos de suelo que son compatibles a los espacios recreativos de la ciudad. Lo que se ve, últimamente, es que estos espacios, si bien están aceptablemente implementados y mantenidos, hay varios factores que no fueron considerados de inicio como la vida útil de las especies vegetales y el espacio que ocuparán las mismas. La conformación estructural y el desarrollo radicular y vegetativo que muestran las especies en las diferentes ubicaciones en la mayoría de los casos rebasa al espacio asignado y comienza a crear dificultades para transeúntes y propietarios de vehículos. Esto se expresa mediante una interferencia con la infraestructura urbana pero también sobre el flujo de personas en las diferentes calles de nuestra ciudad. Incluso en los parques zonales como el parque Lincoln, el parque Excombatientes o el parque Demetrio Canelas se observa cierta incompatibilidad en la selección de especies, especialmente en el emplazamiento cercano a las vías de tránsito vehicular o perímetro del área. Pero entonces ¿cómo debería diseñarse estos espacios verdes? La respuesta es obvia, en principio se debería hacer una planificación del espacio disponible, la selección de especies vegetales acordes su vida útil y al espacio a ocupar en el futuro, la combinación de estratos en altura es una medida indispensable cuando se habla de espacios verdes ya que un principio básico de la silvicultura es que cada especie vegetal tiene un ciclo vegetativo propio, y un tiempo de vida útil supeditado al manejo preventivo adecuado. Al respecto, los usuarios de los parques deben aprovechar el valor estético, paisajístico y fisiológico de una manera respetuosa y compatible con cada una de ellas. En algunos casos es indispensable interpretar el comportamiento fisiológico de las especies para mantener un ornato publico atractivo y diverso en su conformación que permita el disfrute efectivo de la belleza escénica que significa la contemplación y el disfrute del paisaje verde en pleno espacio de cemento. Pero ¿qué es lo fundamental en estas áreas? Tener una rutina preventiva sobre la salud de cada especie en el tiempo. A diario se conoce de la caída de arboles añejos y que no resistieron las corrientes de viento que transcurren por la ciudad en determinadas épocas, lo que conlleva a un riesgo inminente de afectación material o física de los pobladores y la infraestructura urbana en su conjunto.
CIUDAD SUSTENTABLE
José Castellón Onofre
Investigador CEPLAG-UMSS
castellononofre@gmail.com

FUENTE: www.opinion.com.bo/