La administración municipal de Rodrigo Paz Pereira marcó un periodo significativo en la evolución del sistema de salud de Tarija, impulsando una estrategia integral de expansión, modernización y descentralización de la red sanitaria local. Durante este mandato, la mejora de la salud pública fue una prioridad fundamental, lo que condujo a una transformación sustancial en la provisión de servicios médicos a los ciudadanos.
Entre los logros más destacados se encuentra la culminación y puesta en operación del primer hospital de segundo nivel, ubicado estratégicamente en el barrio San Antonio. Esta infraestructura resultó ser crucial, manteniendo su funcionamiento y brindando atención médica esencial incluso durante los desafíos de la pandemia. Complementariamente, se concretó la planificación y aseguramiento del financiamiento, a través del Banco Nacional de Bolivia, para un segundo hospital de segundo nivel en el Distrito 7.
La visión de fortalecer la atención primaria se materializó con la construcción de nuevos centros de salud en diversas localidades, incluyendo San Luis, San Jorge, Palmarcito, Villa Avaroa, 15 de Noviembre, 3 de Mayo, IV Centenario y Germán Buch. Si bien algunos de estos centros fueron finalizados por la gestión subsiguiente, sus presupuestos, diseños y la logística inicial fueron establecidos durante la administración de Paz. La política de infraestructura sanitaria no se limitó únicamente a la edificación, sino que abarcó también el mantenimiento, el equipamiento y la implementación de servicios básicos, asegurando así la sostenibilidad operativa de cada establecimiento médico.
Con un enfoque en el desarrollo equitativo, se priorizó llevar los servicios de salud a barrios y comunidades que históricamente habían carecido de acceso adecuado. Esta estrategia de descentralización, diseñada para acercar la atención médica a la población, reflejó un compromiso con el bienestar ciudadano, caracterizado por un trabajo planificado y la provisión de obras garantizadas y equipadas para reforzar la primera línea de atención.
El modelo implementado en Tarija ha sido reconocido como un referente y se propone su replicación a nivel nacional dentro de una agenda política específica, que busca destinar mayores recursos y autonomía a las regiones bajo un esquema de distribución equitativa. En este contexto, se ha expresado la intención de llevar esta experiencia exitosa a todo el país.
La propuesta nacional contempla la finalización y activación de hospitales actualmente paralizados en distintas regiones, como los de Lajastambo en Chuquisaca, Messuti en Cobija y Villa Tunari en Cochabamba, entre otros. Para Tarija, se ha reafirmado el compromiso de culminar el tan esperado Hospital Oncológico. El programa nacional busca fortalecer el sistema público de salud como un pilar fundamental del desarrollo humano, asegurando que los recursos lleguen directamente a las regiones. Esto permitiría a cada departamento gestionar su infraestructura y servicios médicos con mayor eficiencia y transparencia, con el objetivo de devolver la esperanza a la ciudadanía y completar los proyectos inconclusos