Los regantes de Tarija han expresado su preocupación por la lentitud en el avance de los proyectos de riego, lo que ha llevado a una reunión con el Ministro de Medio Ambiente y Agua, Álvaro Ruiz García. Durante este encuentro, el Ministro se comprometió a agilizar los trámites y reducir la burocracia que ha estado afectando la implementación de estas iniciativas.
Yovani Quispe Tolay, presidente de los regantes, confirmó que se espera que los proyectos sean publicados en el Sistema de Contrataciones del Estado (Sicoes) en la próxima semana. Este sistema es vital para la licitación de obras que ya cuentan con la aprobación necesaria, financiadas en parte por un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 150 millones de dólares.
Quispe reconoció que la burocracia ha sido un obstáculo significativo, señalando que el proceso de actualización de costos ha demorado más de lo esperado. Aunque se entiende la necesidad de ajustar los precios de los materiales de construcción, que han aumentado considerablemente, el dirigente pidió que estas actualizaciones se realicen con mayor celeridad para evitar retrasos prolongados.
El aumento en los costos es una preocupación real, pero Quispe afirmó que los recursos para financiar los proyectos están disponibles, por lo que es crucial que se avance en su ejecución. Los proyectos en cuestión incluyen sistemas de riego tecnificado en varias localidades, como la represa Calderas, Caraparí, Nueva Villa Esperanza, San Lorenzo y Bermejo, con una inversión total estimada en alrededor de 200 millones de bolivianos.
La implementación de estos sistemas de riego es fundamental para el desarrollo agrícola y la reforestación en el departamento, lo que podría tener un impacto positivo en la producción local. Los regantes esperan que la colaboración con el Ministro dé frutos rápidamente, ya que la demora ha generado inquietud entre las bases que representan.
En este contexto, los regantes han manifestado su deseo de que la actualización de los proyectos no se prolongue más allá de un par de semanas, para evitar mayores inconvenientes y asegurar que los trabajos avancen sin más dilaciones