El mediocampista boliviano Ramiro Vaca ha expresado su alivio y gratitud tras ser exculpado de las acusaciones de dopaje que pesaban sobre él. A pesar de esta resolución favorable, el talentoso jugador deberá permanecer alejado de las canchas hasta enero de 2026, una situación que ha abordado con una mezcla de gratitud por el apoyo recibido y una visión esperanzadora hacia el futuro.

El futbolista manifestó que la suspensión llegó en un punto álgido de su trayectoria profesional, lo que representó un freno significativo a sus aspiraciones. Describió el periodo como extremadamente difícil, lamentando no haber podido contribuir con sus compañeros tanto en su club como en la selección nacional, y reconociendo las importantes oportunidades perdidas durante este lapso.

Respecto al origen del resultado adverso en su prueba antidopaje, el centrocampista tarijeño aclaró que siempre actuó con total transparencia. Explicó que todos los productos que consumía eran previamente revisados y aprobados por el equipo médico. La investigación posterior confirmó que la causa fue la contaminación de uno de sus suplementos, una eventualidad sobre la cual, según sus palabras, nunca recibió advertencia alguna por parte de terceros.

A pesar de la exoneración de culpa, Vaca aún debe cumplir con el periodo de inhabilitación que se extiende hasta el 12 de enero de 2026. No obstante, el jugador adopta una perspectiva optimista, enfocándose en el momento de su retorno para aportar su talento al mediocampo de la selección boliviana y de su equipo, el Club Bolívar