Una trascendental asamblea que congregó a productores y Capitanías Grandes de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) de todo el territorio boliviano ha culminado con la decisión de establecer una entidad económica propia para las naciones indígenas. Esta iniciativa surge de la imperiosa necesidad de generar desarrollo económico sostenible para los Territorios Comunitarios de Origen (TCOs), buscando una estructura apolítica que impulse el bienestar de sus comunidades.

Los territorios indígenas poseen una vasta riqueza de recursos naturales, desde miel, harina y algarrobo, hasta cacao silvestre, madera de muestreo, leche de majo y almendras, entre muchos otros. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que el mercado interno boliviano es limitado, lo que a menudo fuerza a los productores a comercializar sus bienes a precios que no reflejan su verdadero valor ni el esfuerzo invertido. Ante esta realidad, se ha concebido una estrategia que mira más allá de las fronteras nacionales.

Como resultado de esta visión, se ha concretado la creación de la Cámara de Exportadores de las Naciones y Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía de Bolivia. Esta nueva organización operará bajo la marca Guaraní y estará al servicio no solo de las TCOs del pueblo guaraní, sino también de otras naciones indígenas a lo largo del país. Su sede principal se establecerá en Santa Cruz, con planes de abrir filiales iniciales en Tarija, Beni y Pando, para así articular el trabajo con emprendedores de diversas comunidades.

El siguiente paso crucial para esta naciente entidad es su inscripción ante la notaría del Estado. Sus impulsores destacan que esta podría ser la primera Cámara de Exportadores de su tipo en Bolivia, en Sudamérica e incluso en el continente americano, marcando un hito significativo en la autonomía económica indígena. Una delegación se prepara para viajar a La Paz con toda la documentación necesaria, incluyendo las actas constitutivas, con el objetivo de obtener una certificación que la equipare en reconocimiento a instituciones exportadoras ya establecidas en el país.

La función primordial de esta Cámara será la búsqueda activa de mercados internacionales para los productos indígenas, con un enfoque en la calidad que les permita competir eficazmente a nivel global. El propósito fundamental es canalizar los beneficios económicos hacia áreas vitales como la salud, la educación y la seguridad alimentaria de los pueblos originarios. Este marco de acción se sustenta firmemente en la Constitución Política del Estado, la normativa nacional y diversos tratados internacionales, incluyendo resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que avalan el derecho de las naciones indígenas a desarrollar sus propias estructuras económicas.

Un gesto de apoyo significativo ha sido la donación de un terreno por parte de una empresa, destinado a la construcción de la sede de la Cámara y de almacenes para los productos de exportación. Inicialmente, gran parte de la mercancía será despachada hacia destinos internacionales desde el aeropuerto Viru Viru en Santa Cruz. A largo plazo, se proyecta la construcción de corredores viales que conecten los territorios indígenas con Paraguay y las rutas del Mercosur, facilitando así el flujo comercial.

La filosofía que guía esta iniciativa es la de producir para alcanzar un vivir bien, superando la mera subsistencia, y asegurando una educación de calidad para las nuevas generaciones, una sólida seguridad alimentaria y acceso a medicamentos adecuados. Además, la Cámara integrará en sus objetivos la lucha contra el cambio climático y la conservación del ecosistema, reconociendo la interconexión entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental.

Se espera que el nuevo gobierno fomente la inversión extranjera, no limitándose únicamente a los acuerdos existentes con Estados Unidos, que ya contemplan la exportación y el intercambio tecnológico, educativo y cultural. La visión se amplía para incluir la colaboración con países europeos y con las naciones que conforman el Mercosur, buscando un reconocimiento oficial para la Cámara de Exportadores Indígenas que permita la fluida comercialización de sus productos.

Reafirmando su carácter apolítico, la dirección de la Cámara ha establecido que, si bien todos los individuos tienen derecho a participar en la política, los miembros de su directorio deberán renunciar a sus cargos políticos o solicitar un permiso especial para evitar cualquier injerencia partidista en la institución.

El primer directorio, conformado por consenso, está integrado por profesionales de la nación guaraní. Alex Sacarás, de Isoso, asume la dirección general; Donato Oreya es el director de Promoción y Comercio Nacional e Internacional; y Franz Bautista Cruz Butrón ocupa la dirección jurídica. Estos líderes provienen de zonas como Guarayos e Isoso. Se prevé la futura ampliación de más carteras dentro de la estructura directiva. Cabe destacar que, para facilitar su puesta en marcha, una empresa está brindando apoyo con oficinas temporales para la nueva institución.

Finalmente, la visión estratégica de la organización también abarca el desarrollo del turismo. Se buscará capitalizar las zonas de gran atractivo dentro del territorio indígena para generar una nueva fuente de ingresos económicos a través de esta actividad

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