En la ciudad, los habitantes muestran un rechazo creciente ante el aumento de las tarifas en el transporte público, específicamente en micros y trufis, tras la eliminación de la subvención a los combustibles. Los conductores afiliados a sindicatos y cooperativas han incrementado las tarifas de Bs 2 a Bs 4 en micros, y de Bs 2.50 a Bs 4 en trufis que cubren rutas cortas, superando los ajustes realizados en otras localidades del país.
Los usuarios expresan su preocupación por el impacto económico que representa este aumento. Una ciudadana señaló la necesidad de que el sector transporte considere la situación financiera actual y promueva un diálogo para establecer un precio justo que no perjudique a los pasajeros. Otro ciudadano opinó que un precio razonable debería situarse en Bs 3, acorde con las expectativas tras la eliminación del subsidio a los combustibles.
A pesar de las manifestaciones de inconformidad y los controles implementados por la Alcaldía Municipal, los conductores continúan cobrando Bs 4, una tarifa que obliga a los usuarios a asumir un gasto mayor para desplazarse dentro de la ciudad.
Desde la Unidad de Movilidad Urbana, su responsable advirtió que el incumplimiento de las tarifas establecidas previamente—Bs 2 para micros y Bs 2.50 para trufis—podría derivar en la suspensión de las tarjetas de operación de las líneas de transporte público. Además, hizo un llamado a los transportistas para evitar especulaciones en los precios que afecten la economía de los pasajeros.
El funcionario confirmó que se mantendrán los operativos de control, recordando que la tarifa vigente debe respetarse hasta que exista una modificación oficial por parte de las autoridades municipales

