Las labores de protección y vigilancia en dos de las áreas naturales más vitales de Tarija, la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama y la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía, se verán reforzadas con la provisión de dos campamentos. Esta iniciativa, impulsada por la organización no gubernamental PROMETA, busca fortalecer la capacidad operativa de los guardaparques en sus tareas de conservación.
La formalización de este acuerdo tuvo lugar en las instalaciones del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), donde se suscribió el convenio que habilita el uso de estas infraestructuras. Los campamentos estarán estratégicamente ubicados: uno en la zona de Pinos Sud, dentro de la Reserva Biológica Cordillera de Sama, y el otro en las proximidades de la Reserva Nacional de Tariquía, específicamente en la localidad de Sidras, en una propiedad que forma parte de la Reserva Privada de Cuyambuyo. Este último punto es crucial para la conectividad del corredor ecológico Tariquía-Baritú, una franja natural compartida con Argentina.
La ceremonia de firma congregó a importantes figuras del ámbito de la conservación. Entre los presentes se encontraban Idelfonso Canaza, director del SERNAP; Rodrigo Ayala, director ejecutivo de PROMETA; Patricia Serrano, directora de la Reserva de Sama; y Enrique Tejerina, director de la Reserva de Tariquía. Un numeroso contingente de guardaparques también asistió, destacando su rol fundamental como custodios de estos frágiles ecosistemas y como la primera línea de defensa ante cualquier amenaza.
La trayectoria de PROMETA en el departamento es notable, habiendo contribuido activamente en la creación de diversas áreas protegidas. Desde su creación en 2001, la organización ha gestionado la Reserva Privada de Cuyambuyo por más de dos décadas. Esta reserva, integrada en el complejo Alarachi, es un centro neurálgico para actividades de investigación científica, fomento del turismo sostenible y programas de educación ambiental