La presidenta del barrio Pedro Antonio Flores alerta sobre los riesgos que conlleva la presencia de establecimientos de lenocinio cerca de una unidad educativa.
Lucila Torres ha solicitado medidas urgentes a las autoridades municipales para detener la reapertura clandestina de prostíbulos en la avenida La Paz, ubicados a menos de 100 metros de una escuela.
La presidenta del barrio Pedro Antonio Flores, Lucila Torres, ha levantado la voz de alarma al solicitar a las autoridades municipales que tomen medidas urgentes para detener la reapertura clandestina de establecimientos de lenocinio en la avenida La Paz. Esta situación preocupa especialmente a la comunidad, ya que dichos locales se encuentran a menos de 100 metros de una unidad educativa, lo que representa un peligro inminente para la integridad y seguridad de los estudiantes que asisten a dicha institución.
La presencia de prostíbulos en las cercanías de centros educativos plantea serios riesgos, no solo por la influencia negativa que puede ejercer sobre los jóvenes en formación, sino también por los potenciales problemas de seguridad, salud y moralidad que este tipo de establecimientos conlleva. Lucila Torres ha enfatizado la importancia de proteger a la población más vulnerable de la comunidad, enfocando sus esfuerzos en garantizar un entorno seguro y libre de actividades ilícitas en las proximidades de las escuelas.
Las autoridades municipales, por su parte, se han comprometido a investigar a fondo la situación denunciada por la presidenta del barrio Pedro Antonio Flores, con el objetivo de identificar a los responsables de la reapertura ilegal de los lenocinios en la zona mencionada. Se espera que se tomen medidas concretas para clausurar estos establecimientos y prevenir la proliferación de actividades delictivas en áreas cercanas a instituciones educativas.
En este sentido, la colaboración entre la comunidad, las autoridades locales y la policía resulta fundamental para abordar de manera efectiva este tipo de problemáticas, garantizando la tranquilidad y el bienestar de todos los habitantes de la zona. La denuncia realizada por Lucila Torres refleja el compromiso de los vecinos por mantener un entorno seguro y saludable para las presentes y futuras generaciones, promoviendo valores de respeto, responsabilidad y protección hacia la niñez y la juventud.
La colaboración entre la comunidad, autoridades locales y la policía es clave para abordar este problema y garantizar un entorno seguro para todos los habitantes, especialmente para los estudiantes.
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