Marina Ruiz alerta sobre el impacto económico que podría tener esta medida en el departamento de Tarija y en el sector productivo en general.
La presidenta de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Tarija (CAINCOTAR), Marina Ruiz, ha expresado su preocupación por las posibles repercusiones negativas de un aumento salarial en Bolivia, especialmente en un contexto económico tan delicado como el actual.
La presidenta de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Tarija (CAINCOTAR), Marina Ruiz, ha manifestado su profunda inquietud ante la posibilidad de un próximo incremento salarial en Bolivia. Según Ruiz, esta medida podría tener consecuencias devastadoras en el actual contexto económico, especialmente en el departamento de Tarija, donde se teme que pueda desencadenar el cierre masivo de empresas y la consiguiente pérdida de cientos de empleos.

Ruiz ha expresado su decepción ante lo que considera una falta de consideración por parte del Gobierno nacional, que estaría proponiendo este ajuste salarial sin tener en cuenta la delicada situación financiera que enfrenta el país en general, y en particular el sector productivo de Tarija. Factores como la inflación, la escasez de dólares, el contrabando y la escasa inversión pública han golpeado fuertemente a las empresas de la región, lo que ha generado un clima de incertidumbre y fragilidad económica.

La líder empresarial ha alertado sobre la posibilidad de que situaciones como las ocurridas recientemente con empresas como Pepsi o Ketal, que han cerrado sus operaciones en otras partes de Bolivia dejando a cientos de personas sin trabajo, se repitan en Tarija. Destacó que muchas pequeñas y medianas empresas en la región apenas logran mantenerse a flote, y un aumento en sus costos fijos, como lo sería un incremento salarial, podría llevarlas directamente a la quiebra.

En este sentido, Ruiz ha lamentado que, a pesar de la grave crisis que atraviesa el país, se estén tomando decisiones unilaterales que impactan negativamente en la estabilidad económica. Criticó que el sector privado no haya sido convocado para participar en las negociaciones sobre el nuevo salario mínimo nacional y el haber básico, lo cual ha generado un malestar generalizado en la comunidad empresarial.

Desde la CAINCOTAR se hace un llamado al Gobierno central para que reconsidere esta política y abra un debate técnico y transparente en el que se escuche la voz de los empresarios. Se busca encontrar soluciones que protejan el empleo sin comprometer la viabilidad de las empresas en Tarija. Se solicita que se establezca un diálogo inclusivo con el sector privado, que es el motor de la generación de empleo y el dinamismo de la economía real.

Las organizaciones empresariales del sur de Bolivia han expresado su preocupación ante esta situación, advirtiendo que una medida mal implementada podría acelerar la pérdida de empleos formales y fomentar la informalidad laboral, lo que agravaría aún más la crisis estructural que afecta a la economía boliviana en su conjunto. La incertidumbre y la ansiedad reinan en el sector empresarial de Tarija, que aguarda con aprensión la decisión final sobre el posible incremento salarial.
Ante la falta de diálogo con el sector privado, Ruiz pide al Gobierno reconsiderar el posible incremento salarial para proteger el empleo y la viabilidad de las empresas en Tarija.
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