La diputada Luisa Nayar denuncia la falta de rendición de cuentas en la conservación de un ecosistema vital en Tarija.
La diputada Luisa Nayar ha levantado la voz ante la falta de transparencia en la gestión de la Reserva de Tariquia en Bolivia, exigiendo claridad sobre las acciones realizadas para preservar este importante ecosistema. La concesión de licencias ambientales para empresas petroleras ha levantado serias dudas sobre las prioridades de la administración local en relación con la conservación del medio ambiente.
La situación en la Reserva de Tariquia, un área de vital importancia ecológica en el departamento de Tarija, ha suscitado la preocupación de la diputada Luisa Nayar, representante de Comunidad Ciudadana. En un reciente pronunciamiento, Nayar denunció la falta de respuesta por parte de la Gobernación de Tarija ante su solicitud de un informe detallado sobre las acciones realizadas para la preservación de esta área protegida. La falta de transparencia y rendición de cuentas en la gestión del gobierno regional ha sido un tema recurrente, pero en este caso, la diputada ha decidido tomar la iniciativa para exigir claridad sobre una situación que podría tener repercusiones severas para la biodiversidad local.

La Reserva de Tariquia es conocida por su rica biodiversidad, albergando numerosas especies de flora y fauna que no solo son únicas de la región, sino también vitales para el equilibrio ecológico. Sin embargo, la acción de la Gobernación de conceder licencias ambientales para la entrada de empresas petroleras plantea serias dudas sobre las prioridades de la administración local en relación con la conservación de este ecosistema. Según Nayar, estas decisiones son alarmantes, ya que permiten la explotación de recursos naturales sin realizar un análisis profundo sobre el impacto ambiental que dichas actividades podrían ocasionar.

La diputada destacó que la gestión de áreas protegidas debe estar basada en principios de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. En su llamado a la Gobernación, Nayar enfatizó que es inaceptable que se continúe con la entrega de licencias que podrían poner en peligro la reserva, sin un plan claro que garantice la conservación de su biodiversidad. Esta inquietud resuena con los principios de desarrollo sostenible que buscan equilibrar las necesidades económicas con la protección de los recursos naturales.

Además, la ausencia de información sobre las acciones emprendidas por la Gobernación alimenta una percepción de opacidad en la gestión pública. La rendición de cuentas es esencial en cualquier administración, y más aún cuando se trata de la protección de recursos que pertenecen a todos los ciudadanos. La falta de un informe detallado sobre las actividades realizadas en la Reserva de Tariquia no solo es un signo de mala gestión, sino que también puede ser interpretado como un desinterés por parte de las autoridades en la protección del patrimonio natural del país.

Ante esta situación, la diputada Nayar ha hecho un llamado urgente a la Gobernación para que tome medidas inmediatas que garanticen la protección de la Reserva de Tariquia. La protección de este espacio no solo es una responsabilidad ambiental, sino también un compromiso con las futuras generaciones que dependerán de los recursos naturales y la biodiversidad que hoy se encuentran amenazados. La diputada concluyó su intervención instando a la Gobernación a ser más proactiva y a actuar con claridad, asegurando que la gestión de la reserva se realice bajo criterios de transparencia y responsabilidad.

La comunidad local y los grupos ecologistas están atentos a la situación, ya que el futuro de la Reserva de Tariquia dependerá no solo de las decisiones que tome el gobierno regional, sino también de la presión social que se ejerza para garantizar que se priorice la conservación por encima de la explotación económica. La interacción entre las autoridades, la sociedad civil y los actores económicos será fundamental para encontrar un equilibrio que permita la coexistencia de la actividad económica y la protección del medio ambiente.
La situación en la Reserva de Tariquia, un área de vital importancia ecológica en el departamento de Tarija, ha suscitado la preocupación de la diputada Luisa Nayar, representante de Comunidad Ciudadana. En un reciente pronunciamiento, Nayar denunció la falta de respuesta por parte de la Gobernación de Tarija ante su solicitud de un informe detallado sobre las acciones realizadas para la preservación de esta área protegida. La falta de transparencia y rendición de cuentas en la gestión del gobierno regional ha sido un tema recurrente, pero en este caso, la diputada ha decidido tomar la iniciativa para exigir claridad sobre una situación que podría tener repercusiones severas para la biodiversidad local.

La Reserva de Tariquia es conocida por su rica biodiversidad, albergando numerosas especies de flora y fauna que no solo son únicas de la región, sino también vitales para el equilibrio ecológico. Sin embargo, la acción de la Gobernación de conceder licencias ambientales para la entrada de empresas petroleras plantea serias dudas sobre las prioridades de la administración local en relación con la conservación de este ecosistema. Según Nayar, estas decisiones son alarmantes, ya que permiten la explotación de recursos naturales sin realizar un análisis profundo sobre el impacto ambiental que dichas actividades podrían ocasionar.

La diputada destacó que la gestión de áreas protegidas debe estar basada en principios de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. En su llamado a la Gobernación, Nayar enfatizó que es inaceptable que se continúe con la entrega de licencias que podrían poner en peligro la reserva, sin un plan claro que garantice la conservación de su biodiversidad. Esta inquietud resuena con los principios de desarrollo sostenible que buscan equilibrar las necesidades económicas con la protección de los recursos naturales.

Además, la ausencia de información sobre las acciones emprendidas por la Gobernación alimenta una percepción de opacidad en la gestión pública. La rendición de cuentas es esencial en cualquier administración, y más aún cuando se trata de la protección de recursos que pertenecen a todos los ciudadanos. La falta de un informe detallado sobre las actividades realizadas en la Reserva de Tariquia no solo es un signo de mala gestión, sino que también puede ser interpretado como un desinterés por parte de las autoridades en la protección del patrimonio natural del país.

Ante esta situación, la diputada Nayar ha hecho un llamado urgente a la Gobernación para que tome medidas inmediatas que garanticen la protección de la Reserva de Tariquia. La protección de este espacio no solo es una responsabilidad ambiental, sino también un compromiso con las futuras generaciones que dependerán de los recursos naturales y la biodiversidad que hoy se encuentran amenazados. La diputada concluyó su intervención instando a la Gobernación a ser más proactiva y a actuar con claridad, asegurando que la gestión de la reserva se realice bajo criterios de transparencia y responsabilidad.

La comunidad local y los grupos ecologistas están atentos a la situación, ya que el futuro de la Reserva de Tariquia dependerá no solo de las decisiones que tome el gobierno regional, sino también de la presión social que se ejerza para garantizar que se priorice la conservación por encima de la explotación económica. La interacción entre las autoridades, la sociedad civil y los actores económicos será fundamental para encontrar un equilibrio que permita la coexistencia de la actividad económica y la protección del medio ambiente.

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