La administración departamental ha manifestado públicamente su incapacidad para continuar financiando el incentivo conocido como bono vacunación destinado al personal de salud, instando al Gobierno Central a asumir esta responsabilidad, argumentando que recae en su ámbito de competencia. Ante esta situación, el Sindicato de Trabajadores en Salud ha expresado su rotunda negativa a renunciar a este beneficio, estableciendo el 6 de julio como fecha límite para su desembolso.

Omar Velásquez, representante de los trabajadores en salud de Tarija, ha desestimado la convocatoria a una reunión de gobernadores en la región, expresando su preocupación de que dicho encuentro pudiera tener como objetivo menoscabar los derechos del sector, obtenidos tras años de dedicación. Velásquez enfatizó que el bono en cuestión no es un simple complemento, sino una prerrogativa consolidada que busca compensar las deficiencias en las condiciones laborales que enfrenta el personal sanitario.

El dirigente subrayó que este derecho fue adquirido hace más de tres décadas, se ha afianzado a lo largo del tiempo y se encuentra respaldado por la normativa legal vigente. Por ello, la única demanda del gremio es su cumplimiento irrestricto, sin contemplar la posibilidad de renunciar a él. Velásquez sostuvo que la prioridad de las autoridades debería ser garantizar la observancia de este beneficio.

Asimismo, el representante sindical criticó los intentos de desvirtuar la naturaleza de esta compensación para el sector salud, señalando que otros gremios como el magisterio, los empleados municipales, y el personal de entidades como Setar, Cosaalt y YPFB, también perciben bonificaciones similares. La organización sindical ha indicado que aguardará hasta el 6 de julio, fecha de la conmemoración del aniversario de los trabajadores en salud y de la fundación del Sindicato de Trabajadores en Salud a nivel nacional. De no concretarse el pago para entonces, no se descarta la adopción de medidas de presión