El exmandatario recordó con emotividad un momento histórico para el fútbol nacional, rememorando la victoria de Bolivia sobre Brasil en 1993, un triunfo que marcó un hito al romper un invicto de cuatro décadas en las eliminatorias sudamericanas. En esa ocasión, los jugadores del seleccionado nacional celebraron con una manteada al entonces presidente, un gesto que simbolizó la unión y el orgullo nacional.
Durante su mandato, el líder expresó su respaldo incondicional al equipo que logró la clasificación al Mundial de Estados Unidos tras un empate crucial contra Ecuador en septiembre de 1993. Además, destacó la importancia de la bandera tricolor que quedó presente en la partida de Azkargorta, como símbolo de esperanza y compromiso para los futbolistas que aspiraban a conquistar la próxima Copa del Mundo.
Este episodio, que combina la pasión deportiva con el apoyo institucional, sigue siendo recordado como un momento emblemático en la historia del fútbol boliviano, reflejando la determinación y el espíritu de un país que se posicionó como un verdadero competidor en el escenario internacional


