Oriente Petrolero sufrió una derrota por 3-1 frente a Nacional Potosí en el partido de ida de los playoffs de la Copa Bolivia, disputado en la Villa Imperial. Los errores defensivos y las expulsiones afectaron significativamente al equipo dirigido por Álvaro Peña, que ahora deberá buscar la remontada en el encuentro de vuelta.
En la conferencia posterior al partido, Roberto Brunetto, asistente técnico del conjunto albiverde, reconoció que el equipo tuvo un buen comienzo, pero no logró mantener la concentración durante todo el encuentro. Destacó que el juego fue parejo en los primeros minutos, pero las desconcentraciones posteriores complicaron el desarrollo del partido.
Brunetto también mencionó las dificultades que enfrentaron debido a las ausencias en el plantel, lo que los obligó a modificar el esquema táctico. Además, señaló que las dos expulsiones sufridas fueron un factor determinante que condicionó el desempeño del equipo.
A pesar del resultado adverso, el asistente técnico mantiene la confianza en la posibilidad de revertir la situación en el partido de vuelta. Recordó que no existe diferencia de goles en esta fase, por lo que un triunfo por 1-0 en casa permitiría forzar la definición desde los penales.
El encuentro de vuelta se llevará a cabo este sábado a las 15:00 en el estadio Real Santa Cruz. Oriente Petrolero necesita una victoria para continuar en la competición y encontrar un impulso que le permita superar la irregularidad mostrada en los últimos partidos


