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Evelio Téllez, encargado de la Unidad de Biodiversidad y Codefauna del Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, ha informado sobre el notable aumento del caudal del río Pilcomayo, atribuido a las recientes lluvias en las áreas altas de la cuenca. Estas precipitaciones, que han afectado principalmente a las regiones de Potosí y Chuquisaca, son vistas como un signo positivo para la próxima temporada de pesca.
Téllez explicó que el incremento en el caudal, que ha alcanzado casi tres metros en el municipio de Villa Montes, tiene un efecto duradero en el río, aunque aseguró que este aumento no ha provocado desbordes. La preocupación principal de Codefauna es que las lluvias favorezcan la actividad pesquera, ya que el caudal elevado permite la migración de los peces hacia aguas bolivianas, beneficiando así la pesca en la región.
El seguimiento continuo de las precipitaciones ha llevado a Téllez a expresar optimismo, indicando que el aumento del caudal podría traducirse en una temporada de pesca favorable. Además, subrayó la importancia de las lluvias no solo en el Pilcomayo, sino también en otros ríos que albergan especies de interés piscícola, lo que es crucial para la reproducción y desarrollo de los peces.
Sin embargo, Téllez también advirtió sobre las consecuencias de la mortandad de peces registrada el año anterior en el Pilcomayo, un evento conocido como borrachera del río. Este fenómeno, causado por lluvias inusuales que generan una alta turbidez en el agua, ha tenido un impacto negativo que podría prolongarse durante varios años. Aunque se implementan vedas para proteger la reproducción de los peces, los efectos de estos eventos naturales son difíciles de mitigar.
En cuanto a otros ríos de la región, Téllez observó un crecimiento significativo en el caudal del río Bermejo y del río Tarija, lo que beneficia a la fauna piscícola y a las comunidades indígenas que dependen de la pesca. Reiteró que, a pesar del aumento del caudal, no se han reportado desbordes en la zona.
Respecto a la mortandad de peces del año pasado, se explicó que este fenómeno natural, que afecta la calidad del agua, se produce cuando sedimentación y lodo arrastrados por las lluvias tapan las branquias de los peces, provocando su asfixia. La bióloga Ludmila Pizarro, de la Plataforma Medioambiental de Villa Montes, señaló que este tipo de eventos suele ocurrir en la cuenca alta del Pilcomayo durante los meses de noviembre y diciembre, aunque este año se anticipó a octubre debido a la intensidad de las lluvias.
Pizarro destacó que el Pilcomayo es uno de los ríos más sedimentados del mundo, lo que agrava los efectos de la turbidez en sus aguas. Las lluvias arrastran partículas finas de sedimento que, al adherirse a las branquias de los peces, causan su muerte. Este fenómeno, relacionado con el cambio climático y la expansión de la frontera agrícola en la región, sigue siendo un desafío para la conservación de la biodiversidad acuática
