El pasado 24 de septiembre, un incidente alarmante tuvo lugar en el barrio Manantial, en la provincia de Entre Ríos. Un niño de 13 años, conocido por las iniciales N.E.N., fue víctima de un ataque por parte de un hombre de 63 años, quien no tenía ningún vínculo familiar con el menor. Este individuo se encontraba en compañía de la madre del niño, consumiendo bebidas alcohólicas.
En un momento en que la madre no estaba prestando atención, el hombre ingresó a la habitación del niño con intenciones agresivas. Se reporta que intentó realizar toques inapropiados y luego trató de abusar del menor. En un acto de defensa, el niño logró arañar la cara del atacante y morder su mano. Ante el ruido generado, la madre entró rápidamente a la habitación y, al percatarse de la situación, amenazó al agresor con denunciarlo. Sin embargo, a pesar de la gravedad del momento, ambos adultos continuaron consumiendo alcohol juntos hasta el día siguiente.
Al día siguiente, el 25 de septiembre, el hombre volvió a acosar al niño, sugiriendo a la madre que le permitiera tocar al menor. Esta propuesta encendió la ira de la mujer, quien decidió expulsarlo de su hogar. A pesar de esta acción, no se presentó una denuncia inmediata, lo que dejó la situación sin un seguimiento adecuado.
Fue el 26 de septiembre cuando la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Entre Ríos recibió la denuncia formal. El coronel José Luis Zenteno, Director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), informó sobre el caso, lo que llevó a la emisión de una orden de aprehensión contra el agresor, quien fue detenido por la policía.
La primera audiencia judicial se celebró el 27 de septiembre, donde el juez decidió que el acusado permanecería en detención preventiva en el centro penitenciario de Morros Blancos, en Tarija. Las autoridades están ahora a la espera de pruebas que fortalezcan el caso y permitan la imposición de penas más severas al hombre, quien enfrenta serios cargos por el intento de agresión al menor.
Ante esta situación, la familia de la víctima ha instado a las autoridades competentes a garantizar la protección del niño y asegurar que el responsable enfrente consecuencias apropiadas por sus acciones. Este caso ha suscitado preocupación en la comunidad, especialmente por la demora en la denuncia por parte de la madre y su aparente complicidad inicial con el agresor