El Santos atraviesa un momento complicado en el Brasileirão, ubicado en zona de descenso y enfrentando dificultades internas relacionadas con su figura principal, Neymar. La reciente actuación del delantero en el partido contra Flamengo generó un ambiente tenso dentro del club, debido a sus reacciones tanto en el campo como fuera de él, que han generado preocupación en el vestuario y la dirigencia.
Durante el encuentro disputado en el Maracaná, Neymar mostró su descontento en varias ocasiones. Se registraron episodios en los que discutió con el argentino Álvaro Barreal y manifestó su molestia hacia el entrenador Juan Pablo Vojvoda tras ser sustituido a los 85 minutos. Estas conductas fueron calificadas como excesivas y poco habituales por integrantes del equipo, quienes señalaron que el futbolista puso en evidencia a sus compañeros en momentos clave del partido, afectando la cohesión del grupo.
El malestar del capitán se reflejó en acciones como la negativa a recibir un pase de Barreal, la elección de realizar un saque de meta en lugar de buscar una jugada colectiva y la crítica al defensor Zé Ivaldo tras un error que derivó en un gol rival. Además, su salida anticipada del campo, dirigiéndose directamente a los vestuarios en lugar de permanecer con el equipo, generó incomodidad, aunque el Santos logró marcar dos goles después de su retiro.
La directiva decidió no imponer sanciones formales, optando por resolver la situación internamente para preservar la unidad del plantel en la etapa decisiva del torneo. Neymar se disculpó con sus compañeros, especialmente con aquellos afectados cuando al retirarse lanzó un vaso de agua. Según declaraciones del propio jugador, su principal frustración estaba dirigida hacia el arbitraje.
En cuanto a su preparación para el compromiso ante Flamengo, Neymar se incorporó al equipo un día después del viaje, siguiendo indicaciones médicas tras haber estado ausente en el partido anterior. El club justificó esta decisión señalando que cumplió con actividades programadas en el centro de entrenamiento, aunque otros jugadores en condiciones similares sí viajaron con el plantel.
El delantero ha tenido una participación limitada en el campeonato, disputando solo 15 encuentros y ausentándose en 17, lo que ha afectado la continuidad del equipo. Dentro del club se reconoce que Neymar tiene capacidad para aportar más, pero también se considera que su comportamiento reciente ha generado un impacto negativo en el ambiente del grupo.
Tras el partido, el cuerpo técnico y la dirigencia brindaron declaraciones públicas para minimizar la repercusión del incidente y mantener la concentración en la lucha por la permanencia en la máxima categoría. El director de fútbol expresó su apoyo al jugador, calificándolo como un talento incomprendido, mientras que figuras del fútbol destacaron la importancia del ejemplo que deben dar los referentes dentro del plantel.
En esta etapa crítica, el Santos enfrenta la presión de mantener la categoría y superar las dificultades internas, con la expectativa de que el equipo pueda encontrar estabilidad y mejorar su rendimiento en las próximas fechas

