El mobile learning permite la apropiación de habilidades y competencias adquiridas por la interacción con el entorno. Por ejemplo, los estudiantes suelen recordar el patrón de búsqueda, pues el cerebro se adapta al uso de la tecnología (Rodriguez y Coba, 2017).
En ese sentido, el mobile learning aprovecha los beneficios de los dispositivos móviles como la portabilidad y conectividad para incluirlos en la educación. Asimismo, los recursos (apps) deben tener un proceso de actualización y acoplamiento.