Las ciudades de Bermejo y Yacuiba, ubicadas en la frontera, enfrentan serias dificultades económicas. La escasez de empleo formal ha llevado a muchas personas a buscar alternativas en la economía informal, abriéndose paso en actividades como el comercio y el bagayo.

En respuesta a esta problemática, el presidente Luis Arce ha decidido militarizar las fronteras del país con el objetivo de combatir el contrabando de productos subvencionados, incluidos carburantes y alimentos como el arroz. Esta medida ha suscitado reacciones encontradas en las comunidades fronterizas, donde algunos sectores la apoyan, mientras que otros expresan su preocupación por las repercusiones económicas que podría acarrear.

La razón principal de esta acción, según el mandatario, es detener el contrabando hacia el exterior. Productos esenciales como arroz, aceite, fideos, carne y ganado son adquiridos en Bolivia a precios accesibles y luego vendidos en mercados de países vecinos como Argentina, Brasil y Perú a precios significativamente más altos. Este fenómeno ha impactado la oferta interna y ha contribuido al aumento de precios en el mercado local.

Arce ha señalado que el país está enfrentando las consecuencias de haber mantenido una estabilidad de precios durante un periodo prolongado. En su opinión, es crucial establecer controles en las fronteras para evitar que estos productos crucen al exterior.

Hasta septiembre de este año, Bolivia reportó una inflación de 5,53%, una de las cifras más elevadas en años recientes, superando la proyección gubernamental de cerrar el año con un 3,6%.

En Bermejo, la vicepresidenta del Comité Cívico, Nathalie Gálvez, ha manifestado su apoyo a la medida del Gobierno, destacando que el contrabando de productos básicos hacia Argentina se ha convertido en una alternativa económica para muchos, dada la falta de empleo formal. Gálvez ha denunciado que camiones cargados con productos como papel higiénico, arroz y aceite cruzan la frontera a diario, lo que agrava la escasez de estos bienes en Bolivia y provoca un aumento en los precios.

Gálvez también ha señalado que los consumidores argentinos están acudiendo a las ferias de Bermejo para adquirir productos locales, lo que está contribuyendo a la escasez en el municipio. Además, ha indicado que algunos agricultores prefieren vender su producción en el país vecino debido a los precios más altos.

La dirigente ha acusado a autoridades locales, incluyendo al ejecutivo municipal de Bermejo, de estar involucradas en el contrabando, mencionando que hay camiones operando en complicidad con entidades estatales encargadas de los controles.

A pesar de su apoyo a la militarización de las fronteras, Gálvez ha resaltado la necesidad de ampliar los controles más allá de los puntos de acceso principales, dado que existen múltiples rutas ilegales utilizadas por los contrabandistas. Ha advertido que la tarea de controlar estas actividades será complicada, ya que los involucrados suelen encontrar maneras de eludir la vigilancia.

La situación en Bermejo es compleja, con la existencia de varios puntos de paso clandestinos que facilitan el contrabando, incluyendo lugares como la Petrolera y el Jardín Botánico. A pesar de la gravedad de la situación, los líderes del sector gremial de Bermejo y los bagayeros de Yacuiba han optado por no hacer comentarios al respecto

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