La situación en el sector educativo de Tarija se ha vuelto insostenible, con un creciente descontento entre los maestros urbanos que han decidido movilizarse en contra del gobierno nacional. Esta protesta busca llamar la atención sobre una crisis que se agrava y que, según la dirigente Irma Ríos Pantoja, no ha recibido la atención necesaria por parte de las autoridades del Ministerio de Educación.
Ríos Pantoja destacó que la problemática se centra en la existencia de horas históricas, un término que se refiere a los maestros que laboran sin recibir remuneración. Aunque no proporcionó cifras exactas, mencionó que hay educadores que trabajan entre 12 y 36 horas semanales sin salario, lo que genera una gran incertidumbre en el ámbito educativo. La falta de solución por parte del gobierno ha llevado a que algunos padres de familia se vean obligados a asumir costos que deberían ser cubiertos por el Estado, como el pago de personal administrativo en las escuelas.
En el nivel inicial, se reporta que cada padre contribuye con 120 bolivianos para financiar a los auxiliares, mientras que en el nivel primario, la cifra asciende a 40 bolivianos. Esta situación ha creado un ambiente de frustración, dado que los compromisos asumidos por el gobierno el año anterior no se han cumplido, dejando a los educadores en una situación precaria a solo un mes del inicio del ciclo escolar.
Ríos Pantoja advirtió que si los maestros que no reciben pago decidieran cesar sus actividades, muchos niños y niñas quedarían sin acceso a la educación. Además, mencionó que muchos establecimientos educativos carecen del mobiliario adecuado, lo que dificulta el desarrollo de clases de calidad. Aunque se ha inaugurado una nueva infraestructura escolar, la falta de equipamiento sigue siendo un obstáculo.
La crisis no se limita al ámbito educativo, ya que los maestros también han expresado su preocupación por el aumento desmedido en el costo de vida y los precios de los alimentos. Este fenómeno afecta no solo a los docentes, sino a la población en general, quienes enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas. La falta de acción por parte de las autoridades ante esta situación ha generado un clima de descontento que se siente en todos los sectores de la sociedad